Will Zoll
31AGO2022
La mayoría de las civilizaciones antiguas tenían alguna forma de esclavitud. Los antiguos hebreos adoptaron reglas bastante sofisticadas en torno a los esclavos y al comportamiento de sus amos. El concepto hebreo de esclavitud parecía referirse principalmente a saldar una deuda. El valor monetario de esa deuda puede haber sido contraído por un precio de mercado, un delito o un daño accidental a alguien. Cualquiera de esos escenarios podría poner a alguien en servidumbre por deuda con otra persona, creando una relación amo-esclavo.
En la cultura hebrea, el amo los liberaba una vez saldada la deuda, o cuando se declaraba el Jubileo, que era una fecha en la que todos los esclavos debían ser liberados. En efecto, un evento de Jubileo era algo así como un “reset” (reinicio), donde las personas eran efectivamente trasladadas a un nuevo libro de contabilidad.
Cualquiera que fuera el caso en aquel entonces, podemos observar que la esclavitud y la deuda están estrechamente asociadas.
#PrussiaGate ha buscado revelar la naturaleza de un enemigo invisible que ha oprimido a la humanidad desde que llevamos registros. El principal impulsor detrás de nuestra investigación es que «no se puede dejar un cautiverio que no se puede ver». Comprender la naturaleza de un cautiverio opresivo es fundamental para garantizar que no lo volvamos a recrear sin pensarlo, simplemente designando a diferentes amos. La 1a parte de esta serie proporcionó una profunda investigación sobre cómo los comerciantes se volvieron banqueros centrales, convirtiendo efectivamente al mundo entero en una ruta comercial que podían controlar. Ese malvado deseo de controlar los mercados libres y de comerciar con seres humanos nunca debe repetirse.
Para no repetir algo, debemos entenderlo. Ese es el propósito detrás de esta investigación. Hemos mostrado cómo el enemigo invisible se infiltró en las casas mercantiles de Londres y luego partieron desde la Liga Hanseática hacia Londres y al Banco de Inglaterra durante la ventana prusiana de 1666-1702. Hemos mostrado cómo el enemigo invisible partió desde Berlín hacia Washington DC, durante la ventana prusiana de 1871-1917. Se proporcionaron más detalles en No desde 1917 – Parte VI, mostrando que el anfitrión más reciente del enemigo fue un cabal de grandes corporaciones globales e instituciones financieras. Washington DC se convirtió en una corporación, creando efectivamente una versión bancaria de Estados Unidos, justo al mismo tiempo que la república original. Los banqueros mercantiles visualizaron el acceso financiero como un puerto, a través del cual podían comerciar.
1917 fue verdaderamente un año crítico para la humanidad. El cabal bancario había estado atrayendo a Estados Unidos con préstamos durante todo el siglo XIX, pero se había resistido a la servidumbre total por deuda. Cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, ya se había instalado el banco central de reserva, se habían establecido las estructuras para la esclavitud de la deuda a largo plazo y se había elegido la nación anfitriona del sistema bancario global del enemigo.
Las Grandes Guerras iniciarían la imposición de enormes cargas de deuda y proporcionarían el panorama para tratados que, en última instancia, darían como resultado una capa creada de gobernanza internacional. Ninguna nación del mundo escapó a ello. En retrospectiva, podemos ver que ese enemigo invisible ha considerado durante mucho tiempo a los humanos como activos comercializables. Sin embargo, a partir de 1917, la llegada de la banca central y la excesiva deuda global hicieron que la economía global fuera mucho más sofisticada, definiendo esa siguiente etapa de la existencia humana. Los sistemas financieros que crearon y los métodos creativos de utilizar la deuda para captar la mente de la gente son bastante increíbles. Hay que decir que realmente hemos estado enfrentando a un enemigo formidable.
Pero ahora, en este juego global del escondite, parece que ese enemigo invisible e ilusorio ya ha sido ubicado.
La humanidad está llegando a un importante punto de inflexión en la historia; despertando a la presencia de una antigua monarquía gobernante invisible y, al mismo tiempo, sintiendo que debemos deshacernos de ella y ser verdaderamente libres. ¿Podríamos estar sintiendo colectivamente que es hora de un evento financiero al estilo del Jubileo? No es una pregunta descabellada, sobre todo teniendo en cuenta que las naciones soberanas han estado endeudadas con un cabal bancario global durante mucho tiempo.
Al aceptar la idea de que hemos sido esclavizados dentro de algún tipo de cautiverio, acabamos de dar el primer paso fundamental para salir. Desde ese punto de vista del permiso, debemos comprender el libro de jugadas del enemigo y los patrones de nuestro cautiverio. Lo hacemos porque nuestro enemigo ha convertido su ideología en un arma, lo que significa que incluso nuestras creencias, miedos y prejuicios fuertemente arraigados están contribuyendo a nuestra propia esclavización.
Continuemos nuestra exploración.
El dinero nuevo siempre funciona:
Históricamente, la ley sobre las personas la ejercían reyes y las reinas. Las elecciones organizadas aún no eran una realidad y los monarcas eran nombrados rutinariamente, a menudo después de una guerra. Esa estructura de liderazgo autoritaria significó que los ciudadanos necesitaban crear un levantamiento visual y ruidoso para comunicar cualquier insatisfacción con los métodos y políticas de su monarca gobernante. Eso fue exactamente lo que ocurrió en Estados Unidos antes de 1776. Es irónico que todavía tengamos que hacerlo hoy para llamar la atención de nuestros representantes gobernantes electos.
En la Parte 1 revelamos el origen de las notas de deuda o cartas de crédito creadas por los comerciantes, que se volvieron fundamentales para el comercio mundial y la expansión de Gran Bretaña a fines del siglo XVII. Los comerciantes trabajaron con Guillermo III de Orange, el monarca gobernante de la época, para lanzar el Banco de Inglaterra:
La presencia histórica de esos comerciantes hanseáticos todavía se reconoce hoy en Londres:
*http://mark-patton.blogspot.com/2016/03/the-wards-of-old-london-dowgate.html
Entonces, mientras los comerciantes tejían un elaborado sistema de comercio con base en Londres, ¿qué hacía el pueblo británico? A fines del siglo XVII, los ciudadanos se estaban volviendo más sabios respecto de los impuestos excesivos y a la opresión y se estaba formando un importante movimiento de libertad contra el rey Carlos II. El republicanismo había ido creciendo antes de la Guerra Civil Inglesa (1642-1651). Ese levantamiento en particular fue fundamental en la apertura de la ventana prusiana de 1666-1702. Para aquellos interesados en los descubrimientos más amplios que ayudaron a identificar esa ventana histórica, pueden leer nuestro artículo, “1666”.
En resumen, el incendio de Londres en 1666 no solo destruyó la Hanseatic Steelyard. Proporcionó el impulso para nuevas leyes y la reconstrucción a gran escala de la ciudad. El Banco de Inglaterra, fundado en 1694, proporcionó nuevos fondos para esas obras. Facilitando una rara visión de cómo los monarcas «opuestos» trabajaban juntos, la antigua Corporación de la Ciudad de Londres se vio despojada de sus privilegios mediante un writ quo warranto (cierto tipo de acción legal) de Carlos II en 1683, que estaba asediado por los ‘deplorables’ del momento. Pronto fueron restaurados por una ley del Parlamento bajo Guillermo III de Orange en 1688-1690, tras la Revolución Gloriosa. Se trataba de una clásica reestructuración del papel prusiano. La transición se dio sin problemas, a pesar de que la nación acababa de perder una guerra y que se le había asignado un nuevo rey. La mano invisible del «control» trabajaba silenciosamente tras bambalinas. Lo que parecía ser un avance político fue en realidad solo una transición nacional hacia un nuevo régimen de control.
La Revolución Gloriosa puso fin a un siglo de disputa política al confirmar la primacía del Parlamento de Inglaterra sobre la Corona; un principio establecido en la Declaración de Derechos de 1689. Eso pareció establecer finalmente la autoridad del gobierno ante el pueblo, pero recuerda, Londres era ahora una corporación modernizada. Los inquietos “deplorables” se retiraron voluntariamente, creyendo que finalmente controlaban a sus líderes; pero todo fue un elaborado engaño. El reinado de Guillermo de Orange terminó con su muerte en 1702, poniendo fin a esa increíble ventana de transición.
Obviamente, cualquier sistema de parlamento otorga a la gente cierto nivel de influencia. Sin embargo, la ilusión del poder popular es fundamental para que los ciudadanos piensen que son libres. Los verdaderos influyentes de cualquier gobierno son las poderosas corporaciones o los comerciantes, como fue el caso en Londres a fines del siglo XVII.
Los comerciantes de la Liga Hanseática se habían convertido en el enemigo invisible. Ellos y los banqueros que les seguirían, sabían exactamente lo que estaban haciendo:
En su libro Tragedia y Esperanza, el historiador Carroll Quigley resumió perfectamente la visión del cabal bancario:
En 1689, Guillermo III de Orange se convirtió en el monarca predominante que pondría a prueba el innovador plan para endeudar a una nación soberana, controlando así su sistema político y su economía. Para hacerlo legalmente, la nación y su gente tenían que estar bajo la misma jurisdicción que los bancos. La jurisdicción requerida era el ámbito de las corporaciones. Para que ese gran engaño tuviera éxito y fuera aceptado como justo, todo debía parecer que existía en igualdad de condiciones.
La corporación de Londres proporcionó la estructura legal que permitió imponer deuda a una nación soberana. Una corporación no puede tener autoridad sobre un ciudadano sin su consentimiento. La creación de un gobierno corporativo permitió a los políticos aceptar mandatos corporativos en nombre de sus ciudadanos. Tras crear las nuevas estructuras corporativas de Londres en 1689, se formó el Banco de Inglaterra en 1694. El banco de propiedad privada se convirtió en el financista del gobierno, dispuesto a financiar sus guerras, que de repente estaban surgiendo por todas partes. Ese nuevo banco eventualmente colocaría a Europa en una profunda deuda, que en realidad nunca ha terminado.
Para emitir pagarés de deuda a un gobierno nacional, los bancos mantienen bonos gubernamentales como garantía, que representan el verdadero valor de la nación y de su gente. A nivel personal, ahora se podría ofrecer a las personas préstamos de los bancos, sujetos a una hipoteca, lo que en latín significa “promesa de muerte”. El idioma encajaba perfectamente con la jurisdicción; la deuda existe en el reino de los cadáveres. Para garantizar el derecho legal de una persona natural a interactuar con un sistema de cadáveres, se redefinió una “persona jurídica” para incluir una entidad corporativa, que podría ser humana o no humana:
*https://www.merriam-webster.com/legal/legal%20person
El escenario estaba preparado para el surgimiento de corporaciones y de organizaciones no gubernamentales.
Al mirar atrás en la historia, observamos la expresión más temprana de esclavitud por deuda centralizada; todo establecido durante el período de 1666-1702 en Londres por los comerciantes hanseáticos. Terriblemente, la aparición de nuevas finanzas amplió significativamente la escala de la esclavitud real, que ahora estaba sancionada por el gobierno y financiada agresivamente como un negocio global emergente. En Gran Bretaña, comenzaría con el transporte de esclavos africanos a Estados Unidos, revelando la escalofriante conexión entre los bancos globales y la esclavitud humana.
Culto a la carga:
Introducimos a Francis Dashwood en la historia. Fue un actor importante en el nuevo gobierno de Inglaterra, bajo Guillermo de Orange. Como señala su carrera empresarial, Dashwood era un conocido traficante de esclavos:
*https://www.historyofparliamentonline.org/volume/1690-1715/member/dashwood-sir-francis-1658-1724
Dashwood estaba prestando dinero a la Corona, inmediatamente después de que Guillermo III de Orange asumiera el poder. ¿Qué influencia debes tener para que un monarca reinante te pida prestado tu dinero?
Presentamos a Francis Dashwood porque es hora de mostrar la horrible idea del cargamento humano. Trabajando con los comerciantes de la ciudad de Londres y con la familia real inglesa, Dashwood ayudó a la Royal African Company a transportar más esclavos africanos a EEUU que cualquier otra empresa en la historia de la trata de esclavos en el Atlántico:
Originalmente llamada “Compañía de Aventureros Reales de Inglaterra que Comercializan con África”, la Royal African Company fue creada por Acta Real:
Un Acta Real es una concesión formal emitida por un monarca como patente de letras. Históricamente se utilizaron para promulgar leyes públicas; en lugar de actos privados para otorgar un derecho o poder a una persona física o jurídica. Antes del siglo XIX, la concesión de una Carta de Constitución era la forma principal de crear sociedades legales. Los comerciantes eran considerados tan vitales para Inglaterra que se unieron a universidades, facultades, colegios, municipios, gremios y compañías de uniformes como instituciones benévolas. Eso les permitió tener derecho a recibir un Acta Real.
En 1660, los antiguos comerciantes de la Liga Hanseática se habían infiltrado en el gobierno británico hasta tal punto que sus empresas esencialmente tenían el poder del gobierno y tenían autoridad internacional. “La mayoría olvidada” [libro] captura lo que estaba sucediendo en Londres en ese momento:
*https://www.amazon.com/Forgotten-Majority-Merchants-Naturalization-1660-1815/dp/1782384472
Como prueba de la afirmación de Chapman sobre las casas comerciales, la Royal African Company fue fundada por la familia real británica en 1660:
En otro reconocimiento más al surgimiento de un nuevo régimen de dominación mercantil, el Gobierno Británico aprobó la Ley de Navegación de 1660, cuyo objetivo era promover la autosuficiencia del Imperio Británico restringiendo el comercio colonial a Inglaterra. Ello reconfirmó el requisito de que todo el comercio entre Inglaterra y las colonias se realizara en embarcaciones inglesas o coloniales y limitó severamente el comercio de muchos dueños de plantaciones y comerciantes de Carolina del Norte.
Los comerciantes de Londres vieron la gobernanza global como un “sistema de navegación”. Increíblemente, fueron las duras regulaciones comerciales las que provocaron disturbios que finalmente resultaron en la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776:
*https://www.britannica.com/event/Navigation-Acts
Volvamos a Francis Dashwood; trabajar con una empresa fundada por la Familia Real Británica aseguraría algunas increíbles conexiones. Esas conexiones e influencia global no solo crearían la importante empresa comercial de Dashwood, sino que lo verían ingresar a la política en 1708, mientras su hermano Samuel Dashwood era alcalde de Londres, cargo que efectivamente era el de director ejecutivo de la Corporación de Londres, creado 12 años antes. Era una empresa familiar seria.
Inglaterra y Europa tenían ahora un banco central que imprimía dinero, mientras que los banqueros mercantiles ampliaban sus operaciones comerciales, trasladando su “carga” por todo el mundo. Ese período solidificó el papel de los comerciantes en el gobierno de la ciudad de Londres. ¿Cómo se logró eso? Asociación de empresas. Se modernizaron significativamente bajo la nueva Ciudad de Londres y a los asociados se les asignaron roles extremadamente poderosos y específicos dentro de esa nueva sociedad:
*https://en.wikipedia.org/wiki/Livery_company#Precedence
Los patriotas ingleses se regocijaron en 1689 cuando la Declaración de Derechos elevó su Parlamento por encima de la Corona. Lo que no se dieron cuenta fue que TODO el poder de voto residía en los comerciantes, muchos de los cuales procedían de la Liga Hanseática. Bajo la nueva Corporación de la Ciudad de Londres, los comerciantes también eran corporaciones. Entonces, la autoridad para elegir al gobierno no residía en la ciudadanía, sino en las influyentes corporaciones dentro de la ciudad.
Francis Dashwood era un freeman (hombre libre) en la Excelentísima Compañía de Vintners. Es una de las asociaciones de empresas más antiguas de la ciudad de Londres y se cree que data del siglo XII. Es una de las «Doce Grandes», según lo define una «orden de precedencia», basada en el poder económico o político contemporáneo de esas empresas. Las «Doce Grandes» todavía existen al día de hoy.
Irónicamente, Francis Dashwood, uno de los primeros y más importantes traficantes de esclavos de Londres, ostentaba el título de «freeman». Asimilemos ese título por un momento. Dashwood y otros asociados pudieron indirectamente consolidar su estabilidad empresarial, porque también tenían el derecho de elegir líderes políticos y sheriffs. Esos exclusivos derechos de voto para los asociados duraron hasta la Ley de Reforma de 1832.
La Real Compañía Africana de Inglaterra finalmente se declaró insolvente en la década de 1720. Sus puertos, asentamientos y fábricas en África estaban en manos de la Compañía de Comerciantes que comerciaban con África, constituida por ley del Parlamento en 1750. Comerció hasta 1821, después de lo cual fue abolida y su propiedad pasó a manos de la Corona. Cualquier distinción entre la monarquía gobernante y los banqueros mercantiles de Londres era esencialmente inexistente.
Si bien ese poder corporativo dentro del gobierno es impactante, no es algo nuevo. Recién ahora estamos despertando a una realidad que ha estado oculta a plena vista durante mucho tiempo.
Grandes negocios:
En Hegel, La guerra, el búho y los esclavos de Bohemia mostramos que Federico el Grande atacó al Imperio austríaco en Silesia en 1740, tomando el control de Moravia y de Bohemia. Ese artículo reflexionaba sobre que el actual comercio de esclavos en Bohemia y en las aldeas de siervos podrían haber sido un motivo probable para ese ataque:
*https://cepr.org/voxeu/columns/labour-scarcity-and-labour-coercion-serfdom-bohemia
También observamos que uno de los mayores propietarios de esclavos en la década de 1880 fue Wolfert Katz, que era de Bohemia. Tras la muerte de Katz, descubrimos que el Barings Bank, el banco más grande del mundo en ese momento, tenía un tercio de su capital total invertido en un propietario de esclavos:
La política de diversificación del Barings Bank acababa de ser revelada a vista de todos. Es ese tipo de divulgación la que nos permite seguir el camino de los ahora invisibles comerciantes de la Liga Hanseática que se infiltraron en Londres a fines del siglo XVII.
Barings ayudó a financiar al gobierno de los Estados Unidos durante la Guerra de 1812. En 1818, Barings estaba siendo llamada «la Sexta Gran Potencia Europea», después de Inglaterra, Francia, Prusia, Austria y Rusia. También tenía vínculos muy fuertes con el Berenberg Bank, que era el banco comercial más antiguo del mundo:
*https://en.wikipedia.org/wiki/Barings_Bank
Un estudio de las familias Barings y Berenberg revela increíbles vínculos con Prusia y con la Corona. Recordemos en la Parte 1 que la familia Berenberg eran comerciantes hanseáticos y establecieron su imperio bancario a partir de un exitoso negocio de comercio de telas. Ambas familias tenían numerosos representantes en puestos clave de liderazgo en la política y la banca comercial. La mayor parte de la familia Barings fueron nombrados barones y varios actuaron como ministros de Hacienda. La mayor parte de la familia Berenberg se dedicó a la política sin dejar de ser comerciantes. Una vez más, la distinción entre banqueros comerciales y gobierno era casi inexistente.
La familia de banqueros Berenberg se extinguió en la línea masculina con Elisabeth Berenberg (1749-1822). Estaba casada con Johann Hinrich Gossler, quien se convirtió en copropietario del banco en 1769. La familia Gossler, como propietaria del Banco Berenberg, alcanzó gran prominencia en Hamburgo y fue ampliamente considerada una de las dos familias más prominentes de Hamburgo.
En 1880, el Senado de Hamburgo le concedió a Johann Berenberg Gossler (bisnieto de Johann Hinrich Gossler) y a sus descendientes el nombre de Berenberg-Gossler. Los Berenberg-Gossler fueron ennoblecidos en el Reino de Prusia (que técnicamente era un país extranjero) en 1888 y él fue elevado a barón en 1910.
En el siglo XIX, los Berenberg-Gossler estuvieron fuertemente involucrados en el proceso de industrialización del norte de Alemania y en el comercio y las finanzas de América del Norte. En 1847, los Berenberg-Gossler fueron los principales fundadores de la Hamburg America Line (HAPAG) junto con la casa mercantil H.J. Merck & Co. Las casas Berenberg-Gossler, H.J. Merck y Salomon Heine también fueron los principales fundadores del Norddeutsche Bank en 1856, el primer banco por acciones del norte de Alemania y uno de los predecesores del Deutsche Bank.
¡No es coincidencia que los banqueros alemanes recibieran nombramientos públicos de la nobleza prusiana entre 1871-1917 y luego tuvieran un increíble éxito comercial y financiero en Estados Unidos, durante las dos guerras mundiales! Ese libro de jugadas fue exactamente el mismo que realizó la Liga Hanseática durante 1666-1702. El régimen global detrás de la esclavitud por deuda se vuelve más evidente una vez que comprendes el libro de jugadas general de los prusianos.
¿Fue el sistema bancario de la Reserva Federal sólo un cabal de familias mercantiles alemanas que alguna vez formaron la Liga Hanseática? ¿La nobleza prusiana era igual a la nobleza bancaria?
En honor a sus orígenes, Barings Bank adoptó un estilo prusiano en su logotipo:
Los patrones observables entre los hermanos Barings y los hermanos Dashwood son asombrosos. Ambas familias eran comerciantes, prestaban dinero a los gobiernos, tenían una increíble influencia política, comerciaban con seres humanos y ambos compraron enormes extensiones de tierra que se convertirían en partes importantes de nuevos estados. La única diferencia real era que la Compañía de las Indias Orientales era traficante de esclavos y el Banco Barings financiaba a un traficante de esclavos.
Los logotipos de ambas empresas encarnaban una inquietante vibra prusiana:
La influencia de los comerciantes alemanes sobre los esclavos en Europa estaba menguando para fines del siglo XIX, cuando la idea de la esclavitud humana se volvió aborrecible. Sin embargo, los artículos de #PrussiaGate han demostrado que los banqueros y las empresas alemanas estaban totalmente integradas con el sistema bancario central que se estaba desarrollando desde 1871. Los comerciantes tendrían que encontrar nuevas oportunidades para monetizar el trabajo humano. Las previas redes creadas por la Royal African Company brindarían tales oportunidades.
La “Compañía Alemana de África Oriental” fue una organización colonial autorizada que propició el establecimiento de África Oriental Alemana, un territorio que eventualmente comprendió las áreas de las modernas Tanzania, Burundi y Ruanda. La Compañía se originó en 1884 como la Sociedad para la Colonización Alemana con el objetivo de comerciar en África.
El momento de la llegada de la Compañía Alemana de África Oriental durante el período 1871-1917 no es coincidencia. Una carta abierta de noviembre de 1917 escrita por Frank Weston, obispo de Zanzíbar, arroja luz sobre las atroces prácticas comerciales del Kaiser en África y se preocupa de que la libertad para el pueblo africano tal vez no llegue:
*http://anglicanhistory.org/weston/slaves1918.html
La carta continúa describiendo las horribles torturas de esclavos africanos a manos de los alemanes. Weston concluyó su exposición sobre ese tema de manera muy poderosa, señalando que a los esclavos se les había privado de la capacidad de tomar cualquier iniciativa:
El detalle y la intención de la carta de Weston a Londres son profundos. Entendió claramente lo que estaba en juego; entendió la necesidad de acabar con la esclavitud; comprendió la codicia y la brutalidad del régimen prusiano; comprendió la necesidad de una verdadera libertad y que había que arrebatársela a un gobernante tiránico. Lo que probablemente no entendió fue que el Káiser y la Corona tal vez no estaban tan “separados” como él creía. Esa verdad ciertamente no era obvia en 1917 y, en realidad, recién la estamos viendo ahora, con el beneficio de una importante retrospectiva y de investigaciones.
Los comentarios finales de Weston en la carta revelan el corazón de un verdadero patriota. Era un hombre que sabía que las libertades de las personas encarnan una autoridad tangible, que debe sentarse legítimamente en un “trono universal”:
“Esta carta es mi apuesta. Porque si los alemanes vuelven a gobernar aquí, me costará todo lo que más aprecio: mi trabajo, mi diócesis y mis innumerables relaciones con la gente de África Oriental. Me complace arriesgar todo eso para que estas personas puedan ser liberadas y se le permita a nuestro Gobierno cumplir su palabra y elevar la libertad a un trono universal”.
Los comentarios de Frank Weston sobre la libertad habrían hecho que Federico el Grande se revolviera en su tumba y que todos los líderes prusianos se hubieran enfurecido. Weston habló esencialmente de una jurisdicción legal donde la tiranía de Prusia no ocupaba el trono. ¡Qué visión!
El hambre prusiano de esclavitud era insaciable. Sin embargo, cuando la esclavitud se volvió socialmente inaceptable, los amos de esclavos se vieron obligados a inventar formas de monetizar a los esclavos dentro de su propio país, en lugar de enviarlos por todo el mundo. La Compañía Alemana de África Oriental fue el ejemplo perfecto de la transición prusiana hacia la globalización. Poco a poco se estaban estableciendo guerras y tratados que garantizaban que el control de cada nación individual pronto fuera una realidad. El medio de control sería la servidumbre por deuda, lo que convertiría a esas naciones en servidores.
La llegada pendiente de nuevo dinero después de la Primera Guerra Mundial permitió que las empresas florecieran y surgieran nuevas infraestructuras. Esos programas de construcción serían la distracción necesaria para la transición de la humanidad a la esclavitud por deuda. Fue una estrategia inteligente, porque la esclavitud y la prosperidad siempre han existido juntas. Con el nuevo dinero creando la ilusión de prosperidad, la idea de la esclavitud desapareció muy rápidamente.
Hoy nos encontramos ante un precipicio igualmente significativo, aquel sobre el que Weston advirtió en 1917. Hoy, «Nosotros, el Pueblo» estamos pidiendo que se ponga fin al excesivo control gubernamental y a la esclavitud de la deuda que se ha impuesto a las naciones de los gobiernos soberanos, sin una auditoría o rendición de cuentas apropiadas. Como ocurrió en África en 1917, los esclavos están exhaustos y simplemente quieren que el enemigo tiránico abandone sus tierras.
Ahora es cada vez más obvio que un grupo de banqueros mercantilistas están gobernando la tierra como si fuera su propia ruta comercial. Como en los días de la Liga Hanseática, aquellos que no participan son objeto de violencia militar o son perseguidos económicamente. Como en 1694, son los comerciantes quienes poseen el derecho de voto y establecen las reglas en torno al crédito. No hay nada nuevo bajo el sol.
Al típico estilo prusiano, al final de un período de esclavitud, la siguiente fase de esclavitud humana se había preparado silenciosamente, lista para su despliegue sobre los pueblos del mundo.
Continuará…
Fuente:
https://prussiagate.substack.com/p/evolution-of-slavery-part-ii#footnote-anchor-13-71253808