Will Zoll
10SEP2022
El presidente Trump describió el contexto geopolítico del mundo, sin ambigüedades:
“Estamos en guerra, en un verdadero sentido estamos en guerra y estamos luchando contra un enemigo invisible”.
Antes de explorar la naturaleza de esta guerra actual contra un “horrible enemigo invisible”, primero debemos entender que en la guerra “el vencedor se queda con todo”. Durante milenios, las tierras conquistadas no sólo entregaron su territorio, sino también a muchos de sus hombres, mujeres y niños como esclavos. Serían debidamente mercantilizados como un activo que iría al vencedor. Pero ¿qué es exactamente la “esclavitud”?
*https://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/slavery
Esta definición ofrece algunos componentes clave de la esclavitud que vale la pena considerar:
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¿Qué es legal?
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¿Qué es la obediencia?
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¿Cuál es el trabajo que se requiere de un esclavo?
Si miramos atrás en el tiempo, podemos ver que los espartanos no perdieron el tiempo. Conquistaban una región, mataban a los hombres fuertes y esclavizaban a todos los demás. Esos activos le proporcionaron a Esparta todo lo que necesitaba para llevar a cabo una guerra. La legalidad de ese plan fue dictada por las espadas, las lanzas y los escudos de los guerreros espartanos. Un esclavo se mantenía obediente si quería mantenerse con vida. El trabajo del esclavo era todo lo que Esparta requería. En definitiva, era un sistema muy sencillo.
Fueron los atenienses, cartagineses, romanos y jázaros quienes desarrollaron métodos de esclavitud más sofisticados. En lugar de esclavizar directamente a los pueblos, sus imperios giraban en torno al comercio. El comercio llevó tal riqueza y prosperidad que sus imperios no necesitaron imponer la militancia brutal de Esparta para adquirir esclavos. Simplemente compraban e intercambiaban esclavos como mejor les acomodaba.
Por lo tanto, el comercio y la propiedad de las rutas comerciales se convirtieron en el camino hacia el poder y la prosperidad. Los esclavos eran un lujo que se permitían las civilizaciones más fuertes y pudientes. La trata de esclavos representaba una terrible amenaza para los débiles y para los pobres que estaban al alcance de esos imperios.
Los jázaros, en particular, implementaron la estrategia más sofisticada al ubicarse justo en medio de las rutas comerciales más valiosas de la civilización occidental. Todo el que viajara al este, al oeste, al norte o al sur estaba sujeto a impuestos por parte de los jázaros, quienes aplastarían a cualquiera que no pagara el impuesto del 10% sobre sus mercancías. Khazaria se volvió extremadamente pudiente y poderosa al asegurarse que el 10% siempre fuera para el “buen tipo”; en este caso se trataba del Kagan de Khazaria.
Unos siglos más tarde, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico comenzó a otorgar privilegios a varios “Hanses”, que eran gremios medievales de comerciantes o vendedores en ciertas ciudades-estado alemanas. Esa iniciativa se transformaría en la monopolización del comercio en los mares del Norte y Báltico, dando origen finalmente a la poderosa Liga Hanseática.
Si algún reino no era “obediente” a los términos de intercambio establecidos por la Liga, se consideraba un acto de guerra. Las ciudades hanse cortarían la cadena de suministro a cualquier reino “corrupto” y lo sumergirían debidamente en la hambruna y en la depresión económica. Una vez suficientemente debilitada, la Liga Hanseática libraría una guerra directa, sometiendo a su enemigo regresándolo a la obediencia.
En términos de los componentes de la esclavitud, hay mucho que podemos aprender:
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Era legal porque el Soberano había firmado un acuerdo (en la forma de tratado, contrato o mandato);
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Era trabajo forzado porque las condiciones comerciales crearían una ventaja injusta para la Liga Hanseática, lo que a su vez reforzaba su poder sobre ese reino; y
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Era obediencia forzada porque los Monarcas no querían que sus súbditos sufrieran hambruna y pobreza, lo que potencialmente podría dar lugar al derrocamiento de su monarquía.
Los términos de intercambio impuestos por la Liga Hanseática ciertamente cumplen con la definición básica de esclavitud. Lo sutil de la estrategia de la Liga fue que parecía una economía floreciente, lo que significa que muy pocas personas sabían que estaban siendo esclavizadas. Con la excepción de un rey y de sus asesores, los ciudadanos ignoraban felizmente que el grano que estaban cosechando y vendiendo a $5 el bushel podría tener un valor real de mercado de $10. En efecto, los agricultores estaban donando la mitad de su trabajo y capital a la Hanse.
La Liga Hanseática había ideado un método de esclavitud “invisible” mediante la monopolización del comercio. Esas prácticas comerciales mercantilistas permearon toda Europa y comenzaron una evolución de la esclavitud que muy pocos entendieron. Esa es la esencia detrás del “horrible enemigo invisible” al que nos enfrentamos hoy. Vale la pena explorar los paralelos entre entonces y ahora:
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La Liga Hanseática utilizó acuerdos y tratados comerciales (a veces después de una guerra), lo que significaba que reinos enteros estaban cayendo mansamente en la “servidumbre comercial”.
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Las familias de comerciantes hanse más exitosas aprendieron el arte de suministrar “cartas de crédito” a sus contrapartes comerciales, creando así instrumentos de deuda negociables. Esas familias formaron entonces dinastías bancarias que ayudaron al comercio europeo y vieron cómo la riqueza de Europa se centralizaba lentamente en sus manos. El comercio europeo estaba cayendo mansamente en una “servidumbre por deuda”.
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Con el tiempo, los oligarcas bancarios trabajarían junto con los monarcas para formar bancos centrales. Inicialmente, esos bancos se comercializaron como “para el pueblo”, sin embargo, monopolizarían la emisión de moneda y mejorarían enormemente la creación de riqueza para quienes los formaran. Inicialmente, las monedas estuvieron vinculadas al oro y a la plata, pero en 1971 se rompió el último hilo de respaldo de oro y, desde entonces, el mundo ha estado nadando en un océano de moneda fiduciaria y de deuda. La deuda existe en tarjetas de crédito, hipotecas, educación, automóviles, corporaciones y gobiernos. La deuda ha permeado todas las facetas de la sociedad. Gracias a los bancos centrales globalistas, lo que fue cierto para Europa hace siglos, ahora lo es para el mundo; todos los ciudadanos del planeta han ido cayendo mansamente en la “servidumbre por deuda”.
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Por último, es poco probable que alguna de las enormes deudas actuales pueda alguna vez pagarse por completo. Si es cierto, entonces el mundo se enfrenta a un “Gran Impago”. Si esto ocurriera, sería necesario que hubiera algún tipo de “Quiebra Global”, mediante la cual los administradores liquidarían parte o todos los activos del prestatario para poder pagar al acreedor. No cabe duda de que ésta sería la mayor crisis financiera de la historia mundial y de que la mayoría de la gente probablemente no tendría capacidad para pagar la asombrosa cantidad de deuda que deberían a sus acreedores. Al igual que la Liga Hanseática hace siglos, los acreedores necesitarían un nuevo acuerdo para permitir la condonación de la deuda. Con la llegada de las redes sociales, la internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial y todo lo relacionado con datos, los acreedores te solicitarán que proporciones tu identidad en lugar de tus deudas impagas. La humanidad está cayendo mansamente en una “servidumbre por identidad”.
La servidumbre por identidad comprendería que todos nuestros datos individuales se centralicen en alguna forma de “identidad digital”. No es una predicción futurista; ya está aquí. Las identidades digitales ya no son una tendencia exclusiva de China: ya se están estableciendo en países como el Reino Unido, Australia y Canadá.
*https://www.digitalidentity.gov.au/
Una identidad digital funcionará de la mano con las “Monedas Digitales del Banco Central” (CBDC). Si hay alguna duda sobre la autenticidad de esta afirmación, la conocedora del establishment Pippa Malgrem lo explica muy claramente: (2:06 minutos)
VÍDEO – no disponible
Consideremos por un momento la presencia de datos que existe para cada individuo a través de las redes sociales, los patrones de gasto y el uso de la internet en general. La tecnología dentro de la IA y de las CBDC significa que se está creando una versión digital de “uno mismo” y la imagen digital es cada vez más y más clara. Los datos adjuntos al “yo digital” se pueden utilizar para corregir el comportamiento de un individuo, mediante un sistema de recompensas y sanciones.
Si se detecta que una identidad digital se comporta fuera de los límites designados (es decir, mandatos), se producirá un castigo, tal vez en la forma de bloqueo del acceso a la economía, hasta que se rectifique el comportamiento.
Todo esto está siendo planificado y comunicado al mundo. El Foro Económico Mundial, junto con los países asociados, tienen la intención de legalizarlo, cumpliendo así con la definición de esclavitud. Al hablar del seguimiento digital, el director ejecutivo de Pfizer sonrió y dijo: “imagínate el cumplimiento”: (0:26 segundos)
La trayectoria prevista de este establishment globalista invisible es obligar a todos a la esclavitud por identidad.
No te equivoques, esto es guerra y el botín será para el vencedor. El presidente Trump explicó esta guerra y señaló que el enemigo es invisible. Lo hizo por una buena razón, ya que la mayoría de la gente no puede ver la guerra, al enemigo, a sus armas o a la esclavitud que les espera, en caso de perder esta batalla.
El Frente de Batalla de la Identidad Nacional
La guerra que enfrentamos hoy no se parece a ninguna otra en la historia y se libra en múltiples frentes. El enemigo invisible se ha enfrentado a todos los seres humanos de la tierra y su objetivo es esclavizar nuestra identidad y, por lo tanto, controlar nuestra voluntad.
La humanidad se encuentra en el último frente de batalla y el presidente Trump ha sido una figura destacada en la lucha contra esa fuerza tiránica. Antes de explicar cómo Trump lo ha hecho, primero debemos entender cómo nuestras identidades se han ido erosionando gradualmente, fortaleciendo así los planes globalistas para un Nuevo Orden Mundial.
Para que el Foro Económico Mundial alcance su visión y para que ese enemigo invisible manifieste la predicción de Klaus Schwab de una “Cuarta Revolución Industrial”, sería necesario destruir los estados nación; inclinándose en sumisión ante una entidad supranacional. Ese organismo supranacional sería un conglomerado de entidades tales como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial de Comercio, las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco de Pagos Internacionales y una matriz de corporaciones globalistas, todas trabajando al unísono y coordinadas por el Foro Económico Mundial.
Aquellos que han seguido #PrussiaGate desde el inicio sabrán que esa es la estructura posterior a la Segunda Guerra Mundial que sugerimos permitió que el “horrible enemigo invisible” abandonara el estado de Prusia y se convirtiera en la fuerza global que es hoy.
Mientras observamos la búsqueda del enemigo por dominar el mundo, surge una pregunta: ¿Cómo se puede destruir un estado nación? Usando la historia de Prusia como guía, podemos simplemente mirar hacia el genio militar de Federico el Grande y las estrategias que desplegó contra sus enemigos…
“Infiltración en lugar de invasión”.
Con precisión militar, el enemigo invisible se infiltraba en las mentes de los ciudadanos de una nación y los convencía de odiar a su propio país. Si tenía éxito, el ciudadano adoctrinado repudiará todo lo que representa su nación y, al hacerlo, se desconectará de su identidad nacional. Si suficientes ciudadanos se desconectan de su identidad nacional, la democracia podría convertirse en un arma para destruir una nación desde adentro:
En la Parte 1, mostramos un vídeo de Angela Merkel mostrando sus cualidades neohanseáticas y un completo desdén por la bandera alemana.
El tiempo de Merkel en el poder acabará documentándose como una completa traición al pueblo alemán. Años de migración no controlada hacia Alemania han creado olas de terrorismo:
Para culminar el desastroso mandato de Merkel, políticas energéticas dementes impulsadas por el clima ahora tienen a la nación enfrentando un amenazante invierno, sin electricidad y con una potencial ruina económica. El presidente Trump advirtió a Alemania en el 2018, de lo que los secuaces de Merkel se rieron: (0:28 segundos)
Este es el resultado de una nación que se odia a sí misma; así es como se ve la destrucción desde dentro.
(Nota: Es importante entender que “Prusia no es una nación, sino un ejército que controla naciones”. Una vez que Prusia controló Alemania, utilizó a la nación y a su gente para servir a Prusia. Nadie ha sufrido más a manos de Prusia. que el pueblo alemán y, lamentablemente, parece que la historia se repite).
Merkel no es la única que sabotea a su propia nación. El mundo está inundado de líderes empeñados en destruir el tejido mismo de la identidad de su nación y doblegarse ante el Nuevo Orden Mundial. Casi sin excepción, esos líderes están asociados con el programa Jóvenes Líderes Globales de Klaus Schwab: (0:52 segundos)
La verdadera intención del ReichsWEF de Klaus Schwab es “penetrar” en los gabinetes de los estados nación. En la mayoría de los casos, sólo puede lograrse mediante un proceso democrático. Por lo tanto, los ciudadanos ya no se identifican con la nación que sus antepasados crearon para ellos, sino que están siendo adoctrinados para identificarse como “ciudadanos globales” y abrazar las políticas suicidas establecidas por Klaus y el ReichsWEF. Los ciudadanos del mundo están renunciando voluntariamente a su identidad nacional.
La batalla por la identidad nacional se libra desde hace bastante tiempo. Quizás la declaración más dura de una nación bajo un “ataque a la identidad” provino de la Princesa holandesa Máxima en el 2007. Se embarcó en un viaje de siete años para determinar la “identidad holandesa”. Viajando por los Países Bajos y más allá y recurriendo a “expertos”, declaró:
“El tema de la identidad está en la mente de mucha gente en los Países Bajos”.
“Han pasado siete años desde que comencé mi búsqueda personal de ‘La identidad holandesa’. Recibí ayuda de numerosos expertos. Tuve el privilegio de conocer a varias personas. Vi, oí y probé gran parte de los Países Bajos. Fue una experiencia hermosa, rica, por la cual estoy agradecida; pero no he encontrado ‘LA identidad holandesa’”.
“Los Países Bajos tienen demasiadas facetas como para que queden resumidas en un cliché. ‘El holandés’ no existe”.
“Como consuelo agrego que ‘El Argentino’ tampoco existe”.
“El príncipe Claus, mi suegro, afirmó: “Una pregunta difícil de responder, pero que se plantea a menudo, es: “¿Cómo se siente ser holandés?”. Mi respuesta es: “No sé cómo es ser holandés; tengo varias lealtades y soy una ciudadana global; y europea y holandesa; palabras que nunca se me escaparon de la mente.”
*https://www.youtube.com/watch?v=zt0pHmZuDz0
“No se pueden demarcar lealtades e identidades de las personas”.
*https://www.youtube.com/watch?v=zt0pHmZuDz0
Son declaraciones contundentes si se tiene en cuenta que se trata de la actual Reina de Holanda. Vale la pena escuchar la totalidad del discurso de Máxima (con subtítulos en inglés) y fundamenta el plan globalista para que las naciones cedan ante la ideología del “ciudadano global”.
Recordemos nuestro artículo El Pontífice prusiano: Máxima fue la hija de Jorge Zorreguita. A Jorge le prohibieron asistir a la boda de su hija:
El artículo del Pontífice prusiano detalla la desagradable historia de la familia de Máxima, así como el obscuro pasado nazi de su lugar de nacimiento, Argentina. Eso, combinado con su matrimonio con la familia real holandesa, la Casa de Orange-Nassau, hace que los comentarios de la reina Máxima sean un asunto decididamente prusiano.
Mientras esa batalla por la identidad nacional continúa, la declaración de Máxima sobre la identidad holandesa no es una coincidencia. Hoy en día, los agricultores holandeses están hartos de las tonterías que les han dicho sus líderes globalistas. Países Bajos “es el mayor exportador de carne de Europa y el segundo mayor exportador de alimentos a nivel mundial por valor después de los Estados Unidos”.
*https://www.fairr.org/news-events/insights/the-dutch-nitrogen-crisis
El parlamento holandés se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de nitrógeno del país hasta en un 70% para el 2030. Si se lograra, la centenaria y orgullosa cultura agrícola holandesa y su capacidad de ser la proveedora de Europa quedarían completamente destruidas. Los agricultores holandeses están reclamando su identidad nacional y, al hacerlo, intentan salvar a Holanda de una ruina casi segura:
*https://thegrayzone.com/2022/08/19/farms-food-dutch-farmers-protests-elite/
Están invocando el espíritu de la leyenda holandesa, “Grutte Pier”, o Gran Muelle, mientras se proponen recuperar su país:
Los agricultores holandeses no tienen intención de dejar que su nación caiga en manos de los globalistas. En todo el mundo, los Patriotas se están dando cuenta de que sus identidades nacionales están bajo violentos ataques.
Bolsonaro ha revitalizado el significado de ser brasileño:
*https://edition.cnn.com/2022/09/07/americas/brazil-independence-day-demonstrations-latam-intl-cmd
La participación mostró la fuerza de los ciudadanos que luchan por conservar su identidad brasileña:
En América del Sur, el pueblo chileno ha despertado a la estafa globalista y rechazó rotundamente un referéndum constitucional que habría visto a su nación completamente consumida en la cloaca globalista:
Los holandeses, los brasileños, los chilenos y muchas otras naciones están comenzando a proclamar su orgullosa lealtad al legado de sus naciones. La guerra por la identidad nacional está en pleno apogeo; sin embargo, el juego más importante en el centro es la batalla por Estados Unidos.
En Los orígenes prusianos de la educación moderna, mostramos cómo Prusia se había infiltrado en el sistema educativo de Estados Unidos. Bajo el modelo educativo prusiano, los docentes ya no eran vistos como conductos para nutrir las mentes inquisitivas de los niños, sino como un ejército para moldear las mentes de los niños para alinearlas con la visión del Estado. Nuestros niños han sido arrastrados a esa guerra ideológica:
*https://www.washingtontimes.com/news/2020/jun/16/teachers-your-unions-anti-american-agenda-is-teari/
La agenda “woke” que adoctrina a nuestros niños está siendo llevada a cabo por un ejército cada vez mayor de profesores y personal administrativo. Desde 1970, la matrícula de estudiantes en los colegios públicos ha aumentado un 8%, mientras que al mismo tiempo el personal docente ha aumentado un 84%. La estadística más sorprendente es el aumento del personal no docente. ¡¡El personal empleado para establecer el plan de estudios y las políticas de comportamiento dentro de los colegios ha aumentado en más del 130 %!!
*https://www.heritage.org/education/report/how-escalating-education-spending-killing-crucial-reform
La campaña de “odio a Estados Unidos” está en marcha gracias a los sindicatos de docentes. Es el manual prusiano para destruir la identidad de una nación desde adentro. No es un evento aleatorio; está siendo coordinado y apoyado desde lo más alto: (0:53 segundos)
En nuestro artículo La Casa de Saud, mostramos la historia de los Obama y sus primeros vínculos con los poderosos príncipes saudíes que odiaban a Trump. La acogedora relación de Obama con Al Waleed Bin Talal y los orígenes de los Hermanos Musulmanes tienen raíces prusianas distintivas. La casual declaración de Michelle Obama es una burla y una declaración contra la rica identidad estadounidense.
En el 2014, incluso el somnoliento Joe Biden se unía al ataque contra lo que significa ser estadounidense: (0:24 segundos)
La identidad estadounidense estuvo y, sigue estando, bajo severo ataque. Si bien los holandeses tienen a sus agricultores y Brasil tiene a Bolsonaro, se necesitó a una persona especial para enfrentarse al “horrible enemigo invisible” en Estados Unidos. La infiltración fue tan vasta que necesitaría ser acompañada de un poderoso liderazgo.
MAGA – La Batalla por la Identidad Estadounidense
En junio del 2015, Donald Trump declaró oficialmente que se postulaba para las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016. Hace más de siete años, Trump entendió ya cuál era la verdadera naturaleza de la batalla que enfrentaba Estados Unidos y su eslogan fue un brutal golpe cruzado a quienes estaban comprometidos con la destrucción de Estados Unidos:
*https://www.cnbc.com/2015/06/16/donald-trump-announces-candidacy-for-president.html
“Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande” o MAGA (por sus siglas en inglés) comenzó como el lema de decenas de millones de estadounidenses que se sentían impotentes mientras su nación estaba sumida en la deuda, la división y el malestar económico. Apoyar a Trump fue una oportunidad para cambiar la trayectoria de una nación en declive. Mientras Hillary hablaba de zonas de exclusión aérea sobre Siria y de iniciar potencialmente una guerra con Rusia, Trump hacía campaña para arreglar la economía, reconstruir el ejército, detener la crisis migratoria y, en general, “hacer a Estados Unidos grande otra vez”.
Estas [cuatro] palabras [en inglés] parecen simples y se explican por sí mismas al pie de la letra, pero su verdadero significado provocó un escalofrío en la columna vertebral del “horrible enemigo invisible”. Para que Estados Unidos vuelva a ser grande, los estadounidenses debían mirar a su pasado y recordar los grandes logros que su nación había alcanzado. Eso se convertiría en un punto de referencia de cuando Estados Unidos era grande y un voto para Trump representaría el deseo de regresar a esa grandeza estadounidense.
En otras palabras, Trump estaba declarando que Estados Unidos estaba recuperando su auténtica identidad nacional, que ha sido duramente atacada por los globalistas.
MAGA no sólo representó una oportunidad para recuperar la identidad estadounidense, sino que fue una proclamación de guerra contra quienes afirmaban que la era del excepcionalismo estadounidense había terminado.
Es por eso que la presidencia de Trump estuvo bajo ataque desde el momento en que comenzó. Soportaría la mofa de “Rusia Rusia Rusia”, dos intentos de juicio político y, finalmente, el virus de “Chyna” [pronunciándolo con el acento de Trump “chaina”]. A pesar de todos esos ataques, Trump logró darles a los estadounidenses una idea de lo que se sentiría si Estados Unidos volviera a ser grande. Las políticas manufactureras de Trump devolvieron capital y empleos a las ciudades estadounidenses. Nadie podría negar que la campaña MAGA de Trump estaba haciendo su magia y devolviendo prosperidad a la nación. Incluso a los principales medios de comunicación les resultaba difícil negar sus logros:
Cuando llegaron las elecciones presidenciales estadounidenses del 2020, el resultado parecía casi seguro, especialmente teniendo en cuenta las incoherentes y dementes divagaciones de su rival, el Dormilón Joe Biden, que nunca salió de su sótano durante la campaña.
Quienes observaron de cerca las elecciones son dolorosamente conscientes de lo que ocurrió en noviembre del 2020, pero ese no es nuestro enfoque aquí. Debemos recordar siempre que Trump recibió 10 millones de votos más que en el 2016 y más votos que cualquier otro presidente en ejercicio. Teniendo en cuenta los brutales ataques a su carácter y a sus políticas durante su mandato presidencial, Estados Unidos había hecho una clara declaración. Los estadounidenses votaron por MAGA en el 2016 y nuevamente en el 2020. Diez millones de personas más querían a Trump y a su agenda MAGA, después de verlo durante su primer mandato. Los estadounidenses estaban reclamando su identidad nacional a través de MAGA.
Al comprender el terreno de esa guerra de identidad, uno de los logros más importantes durante el mandato de Trump se produjo dos días antes de que supuestamente llegara a su fin como presidente. El 18 de enero del 2021, Trump publicó el Informe 1776:
El momento y la intención detrás de la publicación de ese informe no son una coincidencia. El presidente Trump estaba pidiendo a los estadounidenses que se volvieran a conectar con el nacimiento de su identidad nacional:
Trump y su equipo entendieron la importancia de la historia en su relación con el presente. En la Guerra contra el “horrible enemigo invisible”, el Informe 1776 es la inspiración necesaria para que los estadounidenses reclamen su identidad y “Hacer a Estados Unidos grande otra vez”.
1776 – La Guerra por la Libertad
De manera similar, #PrussiaGate miró hacia atrás en la historia para comprender el presente y encontramos a Prusia; encontramos a un enemigo invisible que estaba todo menos muerto.
Estados Unidos ganó la Guerra por la Libertad en 1776 y ahora, armados con la Constitución, los patriotas volverán a ganar esta guerra. La Revolución Americana fue una batalla por la Libertad y la antítesis de los principios y la filosofía prusianos.
Estados Unidos le mostró al mundo que estaban dispuestos a morir por la Libertad y, al hacerlo, rompieron los grilletes de la esclavitud que habían apresado a las colonias desde sus inicios.
Cuando se firmó la Declaración de Independencia en 1776, fue una completa afrenta a los “déspotas ilustrados” que habían gobernado Occidente durante mucho tiempo:
Esos déspotas ilustrados consideraban que era su derecho gobernar a su pueblo porque habían sido bendecidos con la “Iluminación”. Consideraban que sus súbditos no podían ser iluminados por sí mismos y, por lo tanto, era deber del monarca lograrlo. En esencia, podría verse como una versión del súper progresismo del siglo XVIII. A la cabeza de todos los déspotas ilustrados se encontraba Federico el Grande.
Hemos mostrado que desde el momento en que Guillermo III de Orange subió al trono en 1688, la Corona británica ha estado desde entonces en manos alemanas. Mientras la Casa de Hannover gobernaba sobre Gran Bretaña, la corona finalmente fue entregada a Georg Wilhelm Friedrich, más conocido como el rey Jorge III. Jorge III y Federico el Grande compartían el mismo abuelo, el rey Jorge I. Eran primos.
La Revolución Americana ocurrió durante el reinado del rey Jorge III. La Declaración de Independencia aludió al despotismo al que fueron sometidos los colonialistas americanos por parte de la Corona.
“Pero cuando una larga Serie de Abusos y Usurpaciones, que persiguen invariablemente el mismo Objetivo, evidencia un Diseño para reducirlos a un Despotismo absoluto, es su Derecho, es su Deber, derrocar tal Gobierno y proporcionar nuevos Guardias para su futura Seguridad”.
En 1776, los colonialistas no tenían una Constitución a la que recurrir, ni tampoco los soldados, la artillería, la logística o la experiencia para derrotar a los británicos. La motivación para ir a la guerra residía en el descubrimiento de la verdadera libertad. Al hacerlo, los Patriotas estuvieron exponiendo a un enemigo que había encadenado a la humanidad con prácticas comerciales draconianas y mercantilistas. La Declaración de Independencia no sólo declaró la Libertad para “Nosotros, el Pueblo”, sino que también destacó cómo la tiranía los había atado tan agresivamente que los Patriotas sabían que la única opción era la GUERRA.
*https://www.deviantart.com/fourdaysfromnow/art/Give-Me-Liberty-or-Give-Me-Death-408556534
Después de su costosa pero milagrosa victoria, a los Patriotas Estadounidenses todavía les resultó difícil liberarse del tiránico control de los déspotas ilustrados. En la serie ReichsWEF mostramos cómo se acercaron en secreto al hermano de Federico el Grande, el príncipe Enrique, para convertirlo en rey de América:
*https://www.mentalfloss.com/article/645939/prince-henry-prussian-scheme
Mientras completamos esta serie sobre la ‘Evolución de la esclavitud’, resulta sorprendente pensar que incluso después de lograr la victoria sobre los británicos, Estados Unidos estuvo sujeto al mismo manual de estrategia que la Liga Hanseática había practicado durante siglos con aquellos que no estaban de acuerdo con sus ‘términos de comercio’. Las cartas de crédito, o de deuda, inundaron al EEUU pos-revolucionario y, si los Patriotas lo hubieran permitido, un Hohenzollern se habría convertido en el Rey de EEUU.
Afortunadamente, se formó un gobierno para el Pueblo, junto con la Constitución y la Declaración de Derechos de los Estados Unidos. Cada vez que la tiranía intentaba obligar a los estadounidenses a volver a la servidumbre, la Constitución podría utilizarse como inspiración para resistir cualquier ataque a la libertad del pueblo.
La esclavitud ha evolucionado a lo largo de milenios. Desde el modelo espartano de esclavitud directa hasta la imposición de cartas de crédito, pasando por la banca central y ahora por un planeta ahogado en un sistema monetario basado en la deuda. Esos auto proclamados amos siempre han tratado de encontrar una manera de someter a los seres humanos a la servidumbre. Hoy en día, la esclavitud se ha trasladado a las plataformas de alta tecnología de la moneda digital de los bancos centrales, de la identidad digital y de la inteligencia artificial. Estamos siendo arrastrados a la esclavitud por identidad.
Esto es guerra y el enemigo invisible realmente cree que saldrá victorioso. Creen que, en caso de triunfar, su premio será la caída de los estados nación, el surgimiento del Nuevo Orden Mundial y la total esclavización del libre albedrío de la humanidad.
Armados con la Constitución, un ejército de “soldados digitales” estadounidenses encarna el espíritu de 1776. A ellos se unen Patriotas amantes de la libertad en todo el mundo, que tienen la intención de exponer al “horrible enemigo invisible” y de reclamar sus naciones. El enemigo no tiene ninguna posibilidad de ganar esta guerra invisible.
Esclavitud, no más; nunca jamás.
Fuente:
https://prussiagate.substack.com/p/evolution-of-slavery-part-iv