En días recientes, surgió una polémica en la red social Twitter, entre usuarios que comentaban a favor y en contra de las personas que compartimos información y creamos contenido en las plataformas de redes sociales, sitios web o blogs de noticias y canales de YouTube.

Unos acusaban a otros de «lucrar» con el movimiento de la búsqueda por la verdad, por haber creado libros u otro tipo de contenido para vender, que tiene que ver con el «Gran Despertar», Q, u otro tema interesante.

Como hemos dicho muchas veces en nuestros videos de nuestro canal de YouTube, no está mal que las personas soliciten ayuda financiera a cambio del trabajo que hacen de investigación, traducción, o publicación de información. Después de todo, todos somos seres humanos viviendo y experimentando la misma realidad, y tenemos las mismas necesidades con los mismos gastos de la vida diaria.

Aún estamos en un sistema que nos mantiene a todos sujetos al intercambio de papel moneda por bienes y servicios.

El problema está cuando aparecen algunas personas sin escrúpulos que intentan engañar a su audiencia, tratando de venderles cosas que o son falsas o simplemente están disponibles gratuitamente en la internet o en otros lugares.

En ese sentido, el siguiente artículo escrito por Martin Geddes, nos da un interesante análisis del porqué muchos creadores de contenido tienen que recurrir a la venta de libros, las donaciones via PayPal o a las plataformas de subscripción como Patreon para subsistir.


Patriota o pay-triota? (pay=pago)
El financiamiento del periodismo ciudadano.

«Y en la misma casa permanecen, comiendo y bebiendo las cosas que les dan: porque el trabajador es digno de su salario».
– Lucas 10: 7

 

Sabes que finalmente reirás al último, pero el no saber cuándo, es una prueba de paciencia y resistencia. Para convertirme en un periodista ciudadano, me alejé de mi carrera anterior en telecomunicaciones y tecnología. Era imposible sostenerla mientras también criticaba a sus principales actores por corrupción y se me excluía del pensamiento independiente por parte de la mente colmena tecnoliberal.

No me arrepiento de nada; ¡todo lo contrario! Estamos en una lucha para desmantelar un sistema centenario de ingeniería de la ignorancia, pobreza de conocimiento y subversión espiritual. Nada podría ser más importante que este tumultuoso juego final de un conflicto entre el engaño y el discernimiento. Sé que he ayudado a mucha gente a avanzar hacia esto último.

El culto de la narrativa oficial se le ha impuesto al público a través de un medio de comunicación criminal y su propaganda. Q es un canal secundario para el público que evita los medios. Me veo como un comentarista público relativamente solitario sobre Q en este lado del Atlántico. Hay momentos en los que siento (medio en broma) que soy el «único periodista en Gran Bretaña», dada la importancia de la criminalidad que sale a la luz.

Si ha habido una gran sorpresa en los últimos dos años, es cuán pocas personas han podido ver la simplicidad esencial de cómo funciona el mal y qué tan fácilmente son manipulados por los medios de comunicación. Esperaba para este momento que más personas pudieran entender a Q como un arma de información militar. Un seguidor de Twitter captura la esencia en dos comentarios que he editado juntos:

La pregunta es, ¿esta ignorancia [del público masivo] es un factor controlado? Yo digo sí. Gustave Le Bon da una fuerte idea de la psicología inducida por el estado. La tarea de un estado es mantener a las personas tan ingenuas como sea posible. Se vende como felicidad. Bueno, Q … puede usar esas puertas traseras en la psique para contrarrestar la basura con que los medios han estado alimentando a ‘las masas’ durante siglos. Y no solo los medios, casi todas las instituciones: masonería, universidades, iglesias, clubes sociales, y así sucesivamente. ¡Hora de despertar!

Los modelos de negocio para un #GranDespertar fueron lo último en lo que pensé cuando comencé a cubrir a Q en mi escritura. Un sabio amigo bromea diciendo, «Nuestras profesiones son defensas contra lo que más nos rehusamos a aprender». Escribir es una buena actividad de desplazamiento para desarrollar negocios y venderse. Pero eventualmente se necesita el frío dinero en efectivo. No puedo cambiar mis pulsaciones de teclas por comida en la caja robot en Tesco (supermercado).

Ser un periodista ciudadano no solo significa cubrir tus propios costos de vida. La investigación y la producción necesitan herramientas y asistentes. Hacer un trabajo de espíritu público significa que tienes ofertas de ayuda voluntaria. Eso está bien hasta cierto punto, pero en mi experiencia eso es demasiado “débil”, lo cual inflige costos secundarios por entrega tardía o parcial. Todos tienen que adaptarse a sus compromisos diarios, laborales y familiares. Pagar por un servicio hace que las cosas se hagan: ese *es* el trabajo diario.

Escribir sobre el crimen y la corrupción en Silicon Valley, mientras también dependes de sus plataformas de distribución y pago, es una propuesta arriesgada. Descubrí esto de la manera difícil. Cuando Medium me sacó de la plataforma y eliminó mis más de 100 artículos, eso no fue solo un ataque contra mí y mi escritura. También fue un ataque a mi capacidad de ganarme la vida: los enlaces de Patreon y PayPal en los artículos son todo mi esfuerzo de «ventas y marketing» como periodista ciudadano.

También es por eso que es importante apoyar el periodismo ciudadano: si los pioneros valientes que hacen un buen trabajo, luchan por sobrevivir, otros se desanimarán. No faltan aquellos que arrojan ladrillos desde el costado, que quieren verte fracasar. He tenido que dar de baja por la fuerza a algunas personas de este boletín, porque recibí comunicaciones inaceptables y no profesionales que me enviaron, solo porque había herido alguna creencia querida.

He contado mi propia historia aquí para ilustrar que cada uno tiene su propio camino. El periodismo ciudadano tiene una larga historia, como con los panfletos, pero es solo un modelo de negocio naciente en la era digital. Esto nos lleva al problema de patriota versus pay-triota. ¿Cuál es el equilibrio apropiado de auto-sacrificio por el bien mayor versus la abundancia de recursos por el trabajo prestado?

La controversia de «pay-triota” surgió en el contexto de la publicación de Q 1295 en abril del 2018, hace casi dos años.

Q#1295 29-ABR-2018
«Se cuidadoso con quién sigues.
Algunos están obteniendo ganancias de este movimiento.
Algunos están obteniendo una gran audiencia de este movimiento solo para retirarse y volverse masivos.
Los patriotas hacen sacrificios.
Algunos, el máximo sacrificio.
Los patriotas son DESINTERESADOS.
¿Piden pagos mensuales para permanecer patriotas?
Piensa logicamente.
Para algunos, solo se trata de dinero.
Aquellos que buscan la ventaja personal a costa de otros en este movimiento tienen una agenda.
Este no es un juego.
La única ganancia que deberíamos buscar es la VERDADERA LIBERTAD.
Dios los bendiga a todos.»

 

Algunas personas estuvieron solicitando dinero para proporcionar publicaciones Q empaquetadas o interpretadas cuando la misma información era gratuita en otros lugares. Eso es una estafa. Vemos estafas similares con estafadores sin escrúpulos en la internet que intentan que el público pague por servicios que son gratuitos, como el solicitar documentos o visas del gobierno. Un «paytriota” es alguien motivado principalmente por su propio beneficio, y no por el bien general; Un patriota es lo contrario.

Así es como abordo este problema. Me imagino en una década a partir de ahora conociendo al hijo adulto de un soldado que perdió su vida persiguiendo criminales del Estado Profundo. Si bien el soldado pudo haber recibido un salario y otros beneficios, hizo el máximo sacrificio por el bienestar de las personas que nunca lo conocieron en persona. ¿Cómo justifico mi comportamiento ante su descendencia, quienes, en este ejemplo, viven en circunstancias muy modestas?

Por un lado, no puedo ver como algo correcto el sacar provecho del éxito derivado de los sacrificios de los demás. Está bien obtener ingresos por tu trabajo, y mucho ingreso. Libros, giras de conferencias y videos de entrenamiento, todo está bien. Solo necesitas un poco de humildad para reconocer que eres parte de algo más grande, y que no tendrías esos ingresos sin que otros corrieran riesgos físicos. Deduce lo que necesitas para vivir bien y asegúrate de compartir cualquier excedente con los menos afortunados.

Por otro lado, sería una vergüenza admitir que fallaste en tu misión como soldado «digital» porque tontamente te privaste de recursos. Eso sería un insulto a la memoria de quienes sacrificaron todo. Sea lo que sea que necesites para lograr tus objetivos y quitarle terreno a las «noticias falsas», solo pídelo. Es posible que no lo obtengas, pero existe la obligación de exponer el caso y de recibir amablemente ayuda.

No es vergonzoso que te paguen bien por tu trabajo. Es un mandato ético el recompensar a quienes trabajan para tu beneficio. Normalmente no me siento llamado a compartir consejos teológicos o bíblicos, pero tampoco soy tan arrogante como para ignorar su sabiduría manifiesta. Un sitio web sobre la Teología del trabajo tiene mucho para reflexionar en el contexto de este enigma de patriota versus paytriota.

Por ejemplo, ser un periodista ciudadano durante un tiempo de guerra espiritual puede verse como un llamado similar al ser un predicador. Se nos advierte contra el fetichismo del sacrificio personal y el abandono del trabajo convencional.

Los que viajan con Jesús aparentemente cesan el trabajo asalariado y dependen de donaciones para su provisión (Lucas 9: 1-6; 10: 1-24). Pero esto no es una señal de que la forma más elevada del discípulo sea abandonar nuestros trabajos. Es un llamado específico a esas personas y un recordatorio de que toda nuestra provisión es de Dios, incluso si él normalmente nos proporciona a través del empleo convencional.

Esto definitivamente se aplica a aquellos que acusan a los periodistas ciudadanos honestos de ser «paytriotas» simplemente por buscar un salario ordinario por su trabajo para mantenerse a sí mismos y a sus familias.

Al reflexionar sobre el buen samaritano, aquellos que otorgan recompensas tienen que reconocer sus propios recursos finitos, y aun así ser generosos con ellos, para poder escapar de la adoración a la riqueza.

Esto no significa que estamos llamados a una disponibilidad absoluta e infinita. Nadie está llamado a satisfacer todas las necesidades del mundo [incluido el pagar a los periodistas ciudadanos]. Está más allá de nuestra capacidad. El samaritano no renuncia a su trabajo para buscar a todos los viajeros heridos en el Imperio Romano [o escritor hambriento]. Pero cuando se cruza, literalmente, con alguien que necesita la ayuda que él puede brindar, toma medidas. «Un vecino», dice el predicador Haddon Robinson, «es alguien cuyas necesidades tú tienes la capacidad de satisfacer».

Nuestro enemigo es real y peligroso. Todavía estamos en la fase de colapso de las corporaciones de medios masivos controlados por delincuentes. Los sistemas y valores de los modelos de negocios de los medios están optimizados para su modelo de negocio antiguo y para la industria tecnológica corrupta de Silicon Valley. El periodismo corporativo ha fallado catastróficamente al público y enfrenta una profunda crisis por delante.

La idea del «periodista ciudadano y una audiencia como vecinos que se apoyan mutuamente» tiene que arraigarse en su reemplazo. Por lo tanto, es demasiado pronto para discutir cuáles deberían ser las plataformas y los modelos de ingresos ideales para el periodismo ciudadano. Es fácil soñar con un mundo posterior a Google basado en blockchain, con bots que recompensan automáticamente al periodismo valioso, pero es difícil de adoptar en este momento.

Surgirá un nuevo paradigma, y ​​eso todavía está a unos años de distancia. Mientras tanto, durante la fase de transición, el periodismo ciudadano patriota tiene un modelo de negocio muy simple.

Se llama «tu generosidad».


Fuente (en inglés):

https://mailchi.mp/martingeddes/patriot-or-paytriot-the-funding-of-citizen-journalism


 

Por Fernando

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