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16ENE2025 – El Consejo de los Dioses – Parte 1 – Paz, Paperclip y engaño prusiano (Prussiagate – continuación)

En Urania – Parte 4 destacamos la horrible investigación de control mental que se estaba llevando a cabo en la Alemania nazi y presentamos la Operación Paperclip. Urania – Parte 5 señaló que la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) probablemente estaba financiando proyectos en el extranjero, para evitar el escrutinio dentro de los Estados Unidos.

Urania – Parte 7 cerró la serie con una pregunta escalofriante: “¿Están las corporaciones, con el pleno respaldo del estado, creando un nuevo mercado inmensamente rentable de futuros transexuales?”

¿Está la humanidad entrando en una guerra contra las corporaciones globalistas?

Esta serie explorará los orígenes de la Operación Paperclip, pero con un enfoque en su coordinación desde adentro del gobierno de los Estados Unidos, en asociación con corporaciones monopolistas que ya eran influyentes adentro del gobierno de los Estados Unidos.

Este primer artículo revelará que la Operación Paperclip no fue el comienzo de la infiltración de los Estados Unidos, sino la evidencia de un enemigo ya arraigado que está continuamente tratando de subvertir la libertad de “Nosotros, el Pueblo”, proporcionada por su Constitución.

EL QUÍMICO DE HITLER

La Operación Paperclip (*1) fue un programa clasificado para traer científicos nazis a Estados Unidos inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Tenía una cara pública bastante inocente: programas avanzados espaciales y de cohetes que eran esenciales para igualar a los de la Unión Soviética. Esta serie indagará si Paperclip pudo haber sido algo mucho más grande.

*1 – https://www.theblackvault.com/documentarchive/operation-paperclip/

Antes de comenzar, hay un contexto importante que es relevante para gran parte de lo que estaba sucediendo en ese momento de la historia. En 1947, Estados Unidos estableció una legislación para formar una agencia que pudiera lidiar con las amenazas a la seguridad nacional:

La Ley de Seguridad Nacional de 1947 (NSA) es una de las leyes más importantes de la historia moderna de Estados Unidos. Creó la mayoría de las instituciones de la burocracia de seguridad nacional de Estados Unidos, incluidas la Fuerza Aérea, la Agencia Central de Inteligencia y el Consejo de Seguridad Nacional. Creó el Establecimiento Militar Nacional, que se convirtió en el Departamento de Defensa en 1949 y dio identidad estatutaria al Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.

2 – https://www.oxfordbibliographies.com/display/document/obo-9780199743292/obo-9780199743292-0102.xml

Con la legislación para proteger la seguridad nacional y el contexto de la guerra todavía fresco en la mente de la gente, la idea de traer científicos nazis al país parecía aceptable, siempre que los mantuviera a salvo de los rusos.

El científico nazi que dará inicio a nuestra historia es el Dr. Otto Ambros. Annie Jacobsen es una destacada autora en este tema y usamos sus esfuerzos de investigación como punto de partida para nuestra propia investigación:

La periodista Annie Jacobsen publicó recientemente ‘Operación Paperclip: El programa secreto de inteligencia que trajo a científicos nazis a EEUU’. Al revisar los archivos y desenterrar registros previamente no revelados, así como a cuadros de trabajos anteriores, Jacobsen relata con escalofriante detalle un esfuerzo muy peculiar por parte del ejército estadounidense para utilizar a los mismos científicos que habían sido esenciales para el esfuerzo bélico de Hitler.
Otto Ambros, debo decir, que fue uno de los personajes más obscuros sobre los que escribí en este libro. Era el químico favorito de Hitler y no lo digo a la ligera. Encontré un documento en los Archivos Nacionales, que no creo que se hubiera revelado nunca antes, que demostraba que durante la guerra Hitler le había dado a Ambros una bonificación de un millón de marcos alemanes por su visión científica. La razón era doble. Ambros trabajó en el programa secreto de agentes nerviosos del Reich, pero también inventó el caucho sintético, que se llamaba buna. La razón por la que el caucho era tan importante —si piensas en la maquinaria de guerra del Reich y en cómo los tanques necesitan orugas, los aviones necesitan llantas— era que el Reich necesitaba caucho. Al inventar el caucho sintético, Ambros se convirtió en el químico favorito de Hitler.

3 – https://historynewsnetwork.org/article/155194

Presentamos formalmente al “químico favorito de Hitler”:

Otto Ambros, experto en gas venenoso y en caucho sintético y miembro del consejo de manejo de I.G., sentenciado a 8 años de prisión por esclavitud y asesinato en masa.

(Fuente: Base de datos CREST de la CIA)

4 – https://www.cia.gov/readingroom/collection/crest-25-year-program-archive

*Subido a: https://www.documentcloud.org/documents/3418996-33B-19636-20098part2#document/p68

La imagen de la CIA que aparece arriba confirma que Ambros era conocido por el gobierno de los EEUU, ya que era experto en gases venenosos y en caucho sintético.

También parece que esos científicos nazis no estaban exactamente «escondidos» en lo más profundo del sótano del edificio de la CIA. Se sabía que Otto Ambros era un ejecutivo de IG Farben y estaba en el tope de una lista escrita a mano que estaba compilando la Oficina de Minas de los EEUU:

5 – https://www.cia.gov/readingroom/collection/crest-25-year-program-archive

*Subido a: https://www.documentcloud.org/documents/3418996-33B-19636-20098part2#document/p67

La Oficina de Minas fue esencialmente la precursora del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE), que se inauguró en 1977. Cuando la Oficina de Minas se cerró en 1995, la mayoría de sus operaciones se trasladaron a DOE. ¿Esta lista, compilada por la Oficina de Minas, sugiere que esos científicos eran de interés para la burocracia estadounidense en general? ¿Su investigación podría influir potencialmente en el desarrollo de la energía y de las armas?

Gran parte de la siguiente evidencia que proporcionamos proviene de un informe desclasificado de la CIA de 1959. Ese informe es importante para comprender el alcance de la infiltración nazi. A lo largo de esta serie, dejaremos que este informe hable por sí solo.

6 – https://www.cia.gov/readingroom/collection/crest-25-year-program-archive

*Subido a: https://www.documentcloud.org/documents/22873762-about-those-who-are-against-peace

Vayamos directamente a los acusados de Nuremberg y veamos sus vínculos con el infame cártel químico IG Farben:

La lista de acusados incluía a algunas personas conocidas en todo el mundo: Herman Schmitz, presidente del consejo de administración de IG Farben y sucesor de su difunto director, Duisberg; su sobrino, Max Ilgner, miembro del consejo de administración y director financiero, jefe de la red de espionaje de IG Farben en el extranjero, organizador de la confiscación de empresas extranjeras, fascista empedernido, amigo íntimo de Goebbles; Hoerlein, miembro del consejo de administración de la empresa, organizador de la producción de gas venenoso, responsable inmediato de la muerte de cientos de prisioneros utilizados en los brutales experimentos; Otto Ambros, miembro del consejo de administración, jefe de la Sección de Substancias Tóxicas del Ministerio de Armamento nazi y director de la planta de IG Farben en Oswiecim. Detrás de estos «líderes» estaban Fritz ter Meer, Butefisch, Gattineau, Gajewski, directores, gerentes, consultores, etc. / La culpabilidad de los acusados quedó demostrada ampliamente en el proceso. La gente esperaba que se les impondrían severas sentencias. Pero sus expectativas se vieron defraudadas. / «El consejo de los dioses» no tenía nada que temer, porque fueron juzgados por un tribunal militar estadounidense. Todos los acusados fueron declarados no culpables.

7 – https://www.cia.gov/readingroom/collection/crest-25-year-program-archive

*Subido a: https://www.documentcloud.org/documents/22873762-about-those-who-are-against-peace

Esta primera captura de pantalla proporciona detalles que marcarán la dirección de toda esta serie.

El primer detalle es que Max Ilgner dirigía la red de espionaje de IG Farben “en el extranjero”; Y que podía apoderarse de empresas extranjeras; Y que era fascista.

En segundo lugar, finalmente podemos ver por qué se hacía referencia a Otto Ambros como el químico favorito de Hitler: formaba parte del Consejo de IG Farben; era el Jefe de la División de Substancias Tóxicas del Ministerio de Armamento nazi; era el jefe de una planta de IG Farben en Alemania. ¡Este tipo era muy exitoso!

En tercer lugar y, lo más notable, el texto anterior nos presenta al “consejo de los dioses”. Parece que aquellos que formaban parte del “consejo de los dioses” fueron declarados no culpables por un tribunal militar estadounidense en Nuremberg, a pesar de que su culpabilidad había sido probada ampliamente”.

Por cierto, hay una película de Alemania del Este de 1950 titulada “El consejo de los dioses”, que cuenta gran parte de esta historia. La trama sugiere que los autores de esta película parecen haber intentado sinceramente revelar lo que estaba sucediendo.

8 – https://thestreamable.com/movies/council-of-the-gods-1950

No es de extrañar que el «consejo de los dioses» nos llevara directamente a una de nuestras corporaciones prusianas favoritas: IG Farben. La palabra IG en el nombre tiene un significado muy intrigante:

Interessengemeinschaft / sustantivo femenino / 1. comunidad de intereses; (= Menschen) grupo de personas que comparten intereses / 2. (Econ) sindicato

9 – https://www.collinsdictionary.com/dictionary/german-english/interessengemeinschaft

El nombre completo en alemán se encuentra en el enlace de la fuente, pero podría traducirse como «Sindicato de corporaciones de la industria de colorantes«. IG Farben era el cártel químico más grande del mundo.

Obviamente, IG Farben ya no existe, pero ¿acaso su disolución puso fin a su influencia?

Desde el primer día de la supuesta división de la empresa, los sucesores de IG Farben han actuado en realidad de manera conjunta. Se ha creado nuevamente el «consejo de los dioses». Como en épocas anteriores, tiene una influencia considerable en la determinación de la política de Alemania Occidental.

10 – https://www.documentcloud.org/documents/22873762-about-those-who-are-against-peace

La CIA parecía conocer muy bien las actividades de IG Farben (en el artículo que sigue se le menciona como “I.G.F.”):

En su búsqueda de mano de obra barata, la empresa estableció sus plantas directamente en los campos de exterminio. Una de ellas estaba localizada en Oswiecim. Los prisioneros que trabajaban allí servían como sujetos de brutales experimentos. En sus laboratorios se creó una de las substancias tóxicas más potentes: el mortífero gas “tabun”. Para determinar la eficacia de dicho gas, la dirección de la empresa ordenó que se probara con los prisioneros del campo. / Más tarde se le preguntó al Dr. Fritz ter Meer, miembro de la dirección de la I.G.F., si era posible defender la realización de esos experimentos con personas vivas. Ter Meer explicó a sangre fría que a los prisioneros les daba igual de qué morían: por palizas o por el gas. / La empresa estaba dirigida por un pequeño grupo de administradores y por grandes accionistas. Se le llamaba el “consejo de los dioses”. Después de la derrota del fascismo, ese «consejo» fue llevado a juicio.

11 – https://www.documentcloud.org/documents/22873762-about-those-who-are-against-peace

Hay algunas cosas que se deben tener en cuenta aquí, que hemos resaltado en rojo: [para verlo, tendrían que ir directamente a las fotos del articulo mismo, lamentablemente en la leyenda de la foto, no se puede resaltar nada].

  1. En Oswiecim, donde se encontraba la fábrica IG Farben, donde Otto Ambros era director, se llevaron a cabo experimentos brutales e inhumanos.

  2. El “consejo de los dioses” era un grupo secreto que dirigía el cártel de IG Farben y también eran fascistas. El informe de la CIA proporcionó más detalles al respecto, describiendo al “consejo” como un “pequeño grupo de administradores y grandes accionistas”.

¿Cómo fue que el “consejo de los dioses” fue declarado no culpable por el ejército estadounidense? Esperamos que esta serie arroje algo de luz sobre ese tema. Antes de hacerlo, algunas fechas y detalles ayudarán a establecer un contexto crítico que nos facilitará entender lo que ocurrió aquí.

Los Juicios de Nuremberg fueron una serie de juicios celebrados inicialmente en 1945-46, en los que veinticuatro (24) ex líderes nazis fueron acusados y juzgados como criminales de guerra por el Tribunal Militar Internacional. Para aquellos que se lo preguntan, hubo veintidós (22) condenas. De los que no fueron condenados, uno se suicidó mientras estaba en prisión y la condición mental y física del otro era muy mala. De las veintidós (22) condenas, tres (3) fueron absueltos; cuatro (4) fueron condenados a penas de prisión que oscilaban entre 10-20 años; tres (3) fueron condenados a cadena perpetua; doce (12) fueron condenados a muerte en la horca, lo que ocurrió el 16 de octubre de 1946. Hermann Göring se suicidó antes de poder ser ejecutado.

Lo que la mayoría de la gente desconoce es que muchos más criminales de guerra fueron encarcelados como resultado de los doce (12) Tribunales Militares que siguieron al juicio principal de Nuremberg. Esos juicios se llevaron a cabo entre diciembre de 1946 y abril de 1949. De los ciento cuarenta y dos (142) alemanes condenados por crímenes de guerra, ochenta y ocho (88) hombres y una (1) mujer permanecían encarcelados en Landsberg en enero de 1951.

12 – https://www.nationalww2museum.org/war/articles/american-justice-at-nuremberg-military-tribunals

Los altos mandos del ejército estadounidense estuvieron presentes durante esos últimos tribunales, pero entonces las cosas dieron un giro inesperado:

Recientemente, en 1949, el gobernador militar estadounidense de Alemania, Lucius Clay, había revisado y confirmado la validez de casi todas las sentencias. La Corte Suprema de Estados Unidos también había rechazado todas y cada una de las apelaciones de los prisioneros. ¿Por qué, entonces, el Alto Comisionado John J. McCloy mostró tanta misericordia a esos individuos en 1951? / A pesar del amplio contexto de la Guerra Fría y de los vociferantes debates políticos en Alemania Occidental sobre la cuestión de los criminales de guerra, McCloy no justificó su revisión de las sentencias de Nuremberg en el lenguaje de la realpolitik de la Guerra Fría o como una respuesta a las agitaciones de los movimientos políticos alemanes a favor de la amnistía. Tanto McCloy como su Consejo Asesor sobre Clemencia para Criminales de Guerra, considerándose a sí mismos como superiores a los caprichos siempre cambiantes de la opinión pública alemana y estadounidense sobre estos asuntos, articularon una visión de la justicia estadounidense imparcial como inspiradora y legitimadora de sus acciones.

13 – https://www.nationalww2museum.org/war/articles/american-justice-at-nuremberg-military-tribunals

Sin importar las sentencias del Juicio de Nuremberg, el Alto Comisionado de los Estados Unidos para Alemania, John McCloy, supervisó la liberación de esos criminales de guerra encarcelados en 1951, mediante una serie de revisiones apresuradas de las pruebas. A pesar de que la Corte Suprema de los Estados Unidos había rechazado previamente todas las apelaciones de los prisioneros, McCloy básicamente sugirió que la justicia estadounidense sería imparcial y que todos deberían confiar en ese proceso.

Fue una operación única en un contexto de tiempos de guerra. Entonces, ¿en qué ocupaba el tiempo McCloy cuando no dirigía los Tribunales Militares?

El «fondo filantrópico» Rockefeller no es otra cosa que su propio bolsillo, en el que el «rey del petróleo» puede mantener parte de su capital sin pagar impuestos. / El dinero del fondo es administrado por un «consejo de fideicomisarios» compuesto por representantes de los monopolios más grandes, principalmente los de Rockefeller. Entre ellos se encuentran John McCloy, ex Alto Comisionado de los Estados Unidos en Alemania Occidental, Robert Lovett, ex Secretario de Defensa, y otros. En 1950, John Foster Dulles, que había sido miembro de ese consejo desde 1935, se convirtió en presidente del «consejo de fideicomisarios». Actualmente, al frente del fondo se encuentra el hijo mayor del «rey del petróleo» de Estados Unidos.

14 – https://www.documentcloud.org/documents/22873762-about-those-who-are-against-peace

La CIA registra que John McCloy era miembro del “consejo de fideicomisarios”, que era un grupo que representaba a los “mayores monopolios estadounidenses, principalmente el de Rockefeller”. ¿Son los fideicomisarios también el “consejo de los dioses”?

Sea como fuere, sus propios pensamientos sobre lo que logró en Nuremberg fueron reveladores:

“Tenía los poderes de un dictador como Alto Comisionado de las Fuerzas Aliadas en Alemania Occidental. Creo que era un dictador benévolo. Creo que la reconstrucción salió muy bien, sin problemas significativos”. -John J. McCloy

15 – https://www.historyhit.com/facts-about-john-j-mccloy/

Reflexionemos sobre la cita de McCloy y sobre su papel en Nuremberg. Fue el jefe del “Consejo Asesor para la Clemencia de los Criminales de Guerra”. ¿Se conocía de antemano la intención de ofrecer indulgencia a esos criminales?

¿La “reconstrucción” a la que se refería McCloy era la reconstrucción del “consejo de los dioses” que, según la CIA, había sido “establecido de nuevo” después de que Farben se disolviera?

Continuará…


Fuente:

https://prussiagate.substack.com/p/council-of-the-gods-part-1#footnote-anchor-15-133343614


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