Alice Marie Johnson es la estrella de un corto comercial de campaña electoral de Donald Trump, emitido durante el famoso juego de fútbol americano «Super Bowl» que costó $11 millones de dólares.
El comercial, que fue también publicado en un tweet de Donald Trump ha sido objeto de comentarios de mucha gente que no tiene idea de quién es esta mujer, ni tampoco de la reforma de justicia penal que ha desarrollado y aprobado la administración Trump.
I promised to restore hope in America. That includes the least among us. Together, let’s KEEP AMERICA GREAT!
Text TRUMP to 88022 if you liked our Super Bowl ad! pic.twitter.com/Lgjt53B7QX
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 2, 2020
La historia de Alice Johnson es dura, difícil pero también inspiradora para mucha gente que terminaba en el sistema de justicia penal de EEUU y no tenía la menor esperanza de poder enmendar su camino, a pesar de haberse arrepentido de sus actos.
A continuación compartimos el detalle de la historia de Alice Marie Johnson (tomado de Wikileaks), que hemos seguido desde hace muchos meses y que detalla porqué se ha convertido en el rostro de la reforma de justicia penal que la administración Trump ha implementado y aprobado en los últimos meses.
Alice Marie Johnson (nacida el 30 de mayo de 1955) es una defensora de la reforma de justicia penal estadounidense y ex prisionera federal. Johnson fue condenada en 1996 por su participación en una organización de tráfico de cocaína en Memphis y sentenciada a cadena perpetua. En junio del 2018, después de cumplir 21 años de prisión, Johnson fue liberada de la Institución Correccional Federal, Aliceville, después de que el presidente Donald Trump conmutara su sentencia. Posteriormente publicó sus memorias y se convirtió en activista de la reforma de la justicia penal. Apareció en un comercial de Donald Trump 2020 durante el Superbowl.
Primeros años de vida, crimen y sentencia.
Johnson nació en Mississippi, y sus memorias relatan haber crecido como uno de nueve hijos de aparceros (granjeros que alquilan parcelas de terreno para sembrar), quedó embarazada siendo estudiante de segundo año en la escuela secundaria y luego trabajó como secretaria. Como madre soltera de cinco hijos, Johnson le dijo en una entrevista a Mic en el 2017 que se involucró en el tráfico de drogas después de perder un trabajo de largo tiempo en FedEx debido a una adicción al juego, divorciarse y experimentar la pérdida de su hijo más joven en un accidente de motocicleta. Según la entrevista en Mic, Johnson se declaró en bancarrota en 1991, y a esto le siguió la pérdida de su casa por falta de pago de la hipoteca.
Johnson fue arrestada en 1993 y condenada en 1996 por ocho cargos penales federales relacionados con su participación en una organización de tráfico de cocaína con sede en Memphis, Tennessee. Además de los cargos de conspiración de drogas, Johnson fue condenada por lavado de dinero y estructuración, este último delito debido a la compra de una casa con un pago inicial estructurado para evitar alcanzar un límite de reporte de pago de $ 10,000. La operación de Memphis involucró a más de una docena de individuos. La acusación, que nombró a 16 acusados, describió a Johnson como líder en una red de cocaína multimillonaria, y detalló docenas de transacciones y entregas de drogas. La evidencia presentada en el juicio mostró que la operación de Memphis estaba relacionada con narcotraficantes colombianos con sede en Texas. Johnson fue sentenciada a cadena perpetua sin libertad condicional en 1997. En la audiencia de la sentencia, la juez federal de distrito Julia Gibbons dijo que Johnson era “la empresaria por excelencia» en una operación que traficaba entre 2,000 y 3,000 kilogramos de cocaína, con un impacto «muy significativo» en la comunidad. Los coacusados Curtis McDonald y Jerlean McNeil fueron condenados a cadena perpetua y a 19 años de prisión federal, respectivamente. Varios otros acusados que testificaron contra Johnson recibieron sentencias entre libertad condicional y 10 años. Tras su condena, Johnson reconoció que ella era una intermediaria en la organización de narcotráfico, pero dijo que en realidad no hizo tratos ni vendió drogas. En cambio, estuvo involucrada en la logística de mover miles de kilos de cocaína de un lugar a otro.
Encarcelamiento.
Johnson se convirtió en abuela y bisabuela mientras estaba encarcelada. Exhibió un buen comportamiento en prisión.
En una memoria escrita después de su liberación, Johnson escribió que pasó tiempo en el Centro Médico Federal, Carswell, el hospital de la prisión federal en Texas, donde se convirtió en trabajadora de hospicio certificada, y posteriormente fue transferida a FCI Aliceville para estar más cerca de su familia. En unas cartas que respaldaban su pedido de clemencia, los miembros del personal de FCI Aliceville escribieron que Johnson no cometió ninguna infracción disciplinaria durante su encarcelamiento en FCI Aliceville. Johnson participó en un programa piloto, presentado en el 2016 por la Fiscal General Adjunta Sally Yates, que proporcionó acceso de videoconferencia a ciertas prisioneras federales. El programa permitió a la publicación en internet Mic a grabar una entrevista en video con Johnson que se volvió viral y atrajo la atención pública hacia Johnson. Según un perfil de Johnson, también usó Skype mientras estaba encarcelada para dar conferencias en la universidades Hunter College, Yale y a otras audiencias. Durante su tiempo en prisión, Johnson se ordenó como ministra religiosa y acreditó su concesión de clemencia a la intervención divina.
Perdón y liberación.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles y el sitio web Mic lanzaron una campaña en apoyo de su liberación. Los activistas que apoyaron su liberación argumentaron que el castigo fue excesivo y era un ejemplo de los impactos desproporcionados [del sistema de justicia penal de EEUU] a los afroamericanos. Varios individuos y organizaciones apoyaron el pedido de clemencia de Johnson, incluidos los representantes [diputados] de los Estados Unidos Steve Cohen, Bennie Thompson y Marc Veasey, los profesores de derecho Marc Morjé Howard y Shon Hopwood, y el autor del libro “Orange is the New Black” “Naranja es el nuevo negro”, Piper Kerman. Según el abogado [de Johnson] Shawn Holley, el alcaide [de la prisión] apoyó su liberación.
Johnson fue una de las 16,776 peticiones presentadas en el proyecto de clemencia del 2014 a la administración Obama. En el 2016, Johnson escribió un artículo de opinión para CNN pidiendo perdón y una segunda oportunidad. Su solicitud fue denegada justo antes de que Obama dejara el cargo. En el 2018, Kim Kardashian y el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner, trataron de persuadir a Trump para que le otorgara clemencia a Johnson. A fines de mayo del 2018, Kardashian se reunió con el Presidente en la Oficina Oval para instarlo a perdonar a Johnson. El 6 de junio del 2018, luego de la apelación de Kardashian, Trump conmutó la sentencia de Johnson, y Johnson fue liberada. La conmutación fue una de una serie de actos de clemencia realizados por Trump en «algunos casos de alto perfil presentados por sus asociados y aliados». El Wonkblog del Washington Post describió el perdón como algo sorprendente, dadas las declaraciones anteriores de Trump a favor de ejecutar a narcotraficantes.
Cuando Trump pronunció su discurso del Estado de la Unión el 5 de febrero del 2019, Johnson fue invitada por el presidente. Trump le pidió a Johnson que se pusiera de pie para ser reconocida, y ella recibió una gran ovación de los miembros del Congreso.
Memorias y activismo.
Desde su liberación, Johnson se ha convertido en una defensora de la reforma de la justicia penal en los Estados Unidos, a menudo invocando su experiencia personal. Un mes después de su liberación, en julio del 2018, pidió el fin de las sentencias obligatorias. En septiembre del 2019, se reunió con el gobernador Bill Lee de Tennessee para promover un mayor acceso a la eliminación de antecedentes penales, la educación de los prisioneros y la reducción de las barreras para el reingreso, y para expresar preocupaciones sobre el sistema de pago de fianzas en efectivo.
Johnson también aboga por la inclusión de voces femeninas en la conversación sobre la reforma de la justicia penal. Antes del Día Internacional de la Mujer del 2019, [la organización] Mujeres ONU presentó la historia de Johnson como parte de su serie «Courage to Question» (El coraje de cuestionar).
En mayo del 2019, HarperCollins publicó las memorias escritas por Johnson con Nancy French, tituladas After Life: My Journey From Incarceration To Freedom (Segunda Vida: Mi viaje desde el encarcelamiento a la libertad), con un prólogo escrito por Kim Kardashian West. Una revisión hecha por Kirkus de la autobiografía describió el trabajo como «Una historia conmovedora e inspiradora que constituye un argumento poderoso para la reforma de las sentencias”.
Fuentes (en inglés):
https://en.wikipedia.org/wiki/Alice_Marie_Johnson
https://www.foxnews.com/us/trump-campaign-prison-reform-super-bowl-ad-alice-johnson