Julio 30 del 2019
Elly Barnes, fundadora de Educate and Celebrate (Educar y Celebrar), describe su organización como una “organización benéfica” que “transforma las escuelas” en lugares amigables para LGBTQ.
Según Barnes, eso significa que la organización está “predominantemente entrenando maestros” para que tengan “confianza en el lenguaje de identidad de género y orientación sexual”.
El objetivo es asegurarse de que la ideología LGBTQ sea un “hecho cotidiano dentro de la escuela”. Pero el “resultado final”, como dice Barnes, es capacitar a los maestros para “aplastar completamente la heteronormatividad”.
https://youtu.be/nt2bSF2xOVg
Sarah Hopson, una maestra de escuela de primaria de Warrington, es un ejemplo perfecto. El año pasado, Hopson le dijo a la BBC que acondiciona a los niños en edad escolar de tan solo seis años a aceptar la ideología LGBTQ mientras son jóvenes e impresionables, por lo que será menos probable que acepten una visión cristiana de la sexualidad más adelante en la vida.
“Cuanto más puedan aceptar la “diversidad” a esta edad, no la enfrentarán más adelante, porque los niños la aceptarán ahora y aceptarán esta diversidad a su alrededor”, dijo Hopson.
Un método que Hopson emplea es exigir a sus jóvenes alumnos que escriban una carta de amor gay de un personaje masculino a otro personaje masculino. La escuela también ha adoptado uniformes “no específicos de género”.
Lamentablemente, en muchos casos, estos activistas parecen más apasionados en adoctrinar a nuestros niños de lo que estamos en protegerlos y educarlos. Debemos ser conscientes de lo que nuestros hijos están escuchando en el aula y de quiénes los están entrenando. Porque, como advirtió Jesús: “Todo alumno que esté completamente entrenado será como su maestro” (Lucas 6:40). Y estos activistas lo saben bien.
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