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12-MAR-2025 Declaración de Arzobispo Viganò Sobre Abusos en Siria

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DECLARACIÓN del Arzobispo Carlo Maria Viganò, ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América,
sobre la persecución de cristianos y alauitas en Siria

En los últimos días, la violencia y las masacres de cristianos y alauitas en Siria han experimentado un aumento sin precedentes, con miles de muertos en todas las regiones bajo el control del movimiento islámico extremista Hayat Tahrir al-Sham (Organización para la Liberación de Levant), afiliado al grupo terrorista Al Qaeda.

Las razones para esta persecución de las dos minorías por parte del gobierno sirio se encuentran, ante todo, en el cambio de régimen deseado por la anterior Administración estadounidense, en acuerdo con la OTAN y la Unión Europea. La destitución del presidente Bashar al-Assad y la llegada al poder de Abu Mohammed al-Jolani (cuyo partido era considerado hasta ayer por el Departamento de Estado estadounidense como una organización terrorista) han conducido inevitablemente al genocidio de los alauitas y de los cristianos sirios.

Este genocidio está ocurriendo hoy ante nuestros ojos, mientras los parlamentos de las naciones «democráticas» y la jerarquía «católica», subordinada a los intereses del globalismo, guardan silencio.

Nuestros hermanos cristianos están siendo asesinados brutalmente en ciudades y pueblos. Ancianos, mujeres y niños están siendo crucificados y masacrados únicamente por su fe cristiana: una fe que décadas de compromisos y concesiones han borrado casi por completo en los países occidentales, especialmente entre sus líderes. Y mientras la locura belicista de las altas finanzas internacionales intenta persuadir a las naciones europeas para que financien el rearmamento contra la Federación Rusa y estén dispuestas a sacrificar a nuestros hijos en una guerra temeraria y engañosa, en el frente sirio (pero también en Gaza, donde otros cristianos están siendo sometidos a una limpieza étnica), los jerarcas del globalismo guardan un silencio culpable y, de hecho, se están alineando con un terrorista criminal por el que se ofrecía una recompensa de diez millones de dólares.

Es desde el estado profundo globalista de Estados Unidos desde donde se ha gestado este nuevo foco de violencia y exterminio: por lo tanto, es desde Estados Unidos desde donde debe partir una acción destinada a poner fin al genocidio de los cristianos y de otras minorías en Siria. A su lado deben estar todos aquellos que reconocen a Nuestro Señor Jesucristo como el único Salvador, tanto a nivel individual como social y nacional.

No podemos permanecer callados ni inertes ante el martirio de nuestros hermanos cristianos. Esas escenas de violencia y de crueldad inhumanas que vemos en tierras remotas podrían replicarse mañana en nuestras propias naciones occidentales, en las cuales la traición de gobernantes corruptos ha provocado la invasión de hordas de musulmanes fanáticos en edad militar, para imponer en Europa la sustitución étnica y la cancelación definitiva de la civilización cristiana.

Insto a los católicos, durante estos días de la Santa Cuaresma, a orar, ayunar y hacer penitencia para implorar del Cielo la protección de los fieles perseguidos y martirizados en Siria, Gaza y muchas otras partes del mundo. Que su ejemplo de heroica constancia en la profesión de la verdadera fe, anime, antes de que sea demasiado tarde, a un despertar de las conciencias de los cristianos y a un retorno a Dios, de quien dependen la paz, la armonía y la prosperidad de los pueblos. ¡Deus vult!

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo

12 de marzo del 2025

 

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