A las 15.11 (hora local) del 22 de mayo de 1960, Chile sufrió una ruptura tectónica de proporciones nunca antes registradas en el mundo. Fue el peor terremoto registrado en la historia de la humanidad con una magnitud de 9.5 grados en la escala de Richter, quedando totalmente arrasadas vastas zonas del sur de Chile.