La extraña geografía de la frontera entre Colorado y Nuevo México es el corazón de las actividades paranormales en el paralelo 37. Abrumadores, inexplicables y numerosos tipos de eventos, desde helicópteros negros y ovnis hasta avistamientos del bigfoot, mutilación de ganado y portales dimensionales, se mezclan con las leyendas nativo americanas y coloniales españolas para establecer la región como la Disneylandia paranormal de América del Norte.