Y finalmente se confirma lo que ya sabíamos de antemano: El gobierno de Biden a través de su Fiscal Especial Jack Smith estuvo exigiendo a Twitter (ahora X) en enero del 2023 que le entregaran datos de los simpatizantes de Trump en Twitter.
Smith y sus compinches estaban apuntando no solo a obtener todos los datos de Trump en Twitter sino también los de todos sus seguidores.
La orden del fiscal especial también incluía datos (además de Donald Trump mismo) sobre los usuarios de Twitter que interactuaron con la cuenta personal de Donald Trump, @realDonaldTrump.
Según el documento judicial revelado (y muy censurado), entre la información que Smith buscó obtener estaba una lista de todos los usuarios a los que Trump “siguió, dejó de seguir, silenció, anuló, bloqueó o desbloqueó” durante el período de tiempo entre octubre 2020 hasta enero 2021.
Smith también exigió que Twitter, que desde entonces pasó a llamarse X, le entregara una lista de usuarios que realizaron cualquiera de las mismas acciones con la cuenta de Trump.
Smith y su equipo fueron aún más lejos y buscaron obtener datos sobre los usuarios de Twitter que interactuaron con los tweets de Trump en los meses previos al 6 de enero del 2021. Esto incluyó “todas las listas de usuarios de Twitter que marcaron como favoritos o retuitearon los tweets publicados por [Trump], así como también todos los tweets que incluyen el nombre de usuario asociado con [la cuenta de Trump] (es decir, ‘menciones’ o ‘respuestas’)”. En esta categoría definitivamente estaríamos nosotros y quizás muchos de ustedes que siguieron a Trump en Twitter desde todo el planeta Tierra.
Ocho de las 14 páginas relacionadas con la orden de registro están completamente “redactadas” como dicen en inglés, o censuradas como diríamos en nuestro idioma.
Además la orden fue emitida a la red social junto con una orden de confidencialidad, instruyendo a la compañía a no notificar a Trump sobre la búsqueda.
Mensaje de Trump a través de su campaña
En uno de sus correos electrónicos de campaña, Trump le dice a sus seguidores lo siguiente:
En agosto, supimos que el Departamento de Justicia de Biden obtuvo una orden de registro SECRETA para acceder a mis datos privados en Twitter.
Ahora, se ha descubierto que el Departamento de Justicia también utilizó la orden de registro para recopilar datos sobre todos los que me siguieron o les gustaron mis publicaciones.
Permítanme recordarles que la orden de registro del Departamento de Justicia de Biden fue confirmada por un juez nombrado por Obama y dos jueces nombrados por el propio hombre Corrupto. [Biden]
Este es el mismo Departamento de “Justicia” que violó mis derechos de la Primera Enmienda al AMORDAZARME y está tratando de encarcelarme a pesar de no haber cometido NINGÚN CRIMEN.
Así nacen las dictaduras…
…Los burócratas del régimen abusan de los tribunales para crear una base de datos secreta de miembros identificados de su oposición.
Como siempre he dicho, no me persiguen. Están detrás tuyo. Yo solo estoy en su camino.
Y seguiré interponiéndome en su camino. Ni siquiera una amenaza de 1,000 años de prisión me impedirá enfrentarme a los matones marxistas que buscan destruir a Estados Unidos.
Ahora les pido que permanezcan pacíficamente a mi lado para garantizar que volvamos a ganar la Casa Blanca y salvemos a Estados Unidos antes que sea demasiado tarde.
Obviamente, esto es realmente una violación de la privacidad de los usuarios del entonces llamado Twitter, además de la privacidad de Donald Trump.
Esto es algo que realmente se está pareciendo cada vez más a los controles que trataban de imponer los regímenes dictatoriales y comunistas, como recordarán los que sufrieron esas violaciones de privacidad en países como Cuba, Venezuela, la Unión Soviética e incluso hoy mismo en China.
Otro dato más que indica cuán desesperados están en encontrarle algo a Trump. Algo que no pueden encontrar por ningún lado.
No creemos realmente que logren probar nada contra Trump. Ni tampoco que lo puedan meter a la cárcel.
Seguiremos reportando.
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Fuentes
Documento judicial revelado. Noten la cantidad de páginas negras (censuradas), empezando por la primera.