Hillary Clinton (@Hillary Clinton) acababa de atacar a Donald Trump (@realDonaldTrump) durante su debate presidencial del 2016 por no pagar tantos impuestos como debería. Trump, un empresario multimillonario, respondió diciendo que eso se debía a que la senadora Hillary Clinton, ex legisladora, se había negado deliberadamente a cambiar el código tributario por temor a afectar a sus donantes ricos. Esa fue una de las cosas más honestas que cualquier candidato presidencial haya dicho públicamente en más de 200 años.

 

 

En el 2020, Joe Biden, ex legislador, también atacó a Trump con el mismo argumento. El argumento es que los ricos deberían pagar más impuestos y dárselo a los pobres. Como residente, Biden ha repetido el mismo argumento, explicando que le gustaría castigar a los ricos para ayudar a los pobres. Los ricos, que ganen más de $400,000 [al año], pagarían más impuestos, mientras que los pobres se beneficiarían de ello. Casi como lo que se dice que hizo Robin Hood: quitarle a los ricos y dárselo a los pobres.

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Sin embargo, como explica Robert Kiyosaki en su explosivo libro ‘Padre rico, padre pobre’, originalmente en Inglaterra y en Estados Unidos no existían los impuestos. Ocasionalmente, se aplicaban impuestos temporales para pagar guerras. El rey o el presidente hacía correr la voz y les pedían a todos que contribuyeran. En Gran Bretaña se recaudaron impuestos para la lucha contra Napoleón de 1799-1816 y, en Estados Unidos, para pagar la Guerra Civil de 1861-1865.

En 1874, Inglaterra convirtió el impuesto sobre la renta en un gravamen permanente para sus ciudadanos. No fue hasta 1913 que un impuesto sobre la renta se volvió permanente en los Estados Unidos con la adopción de la 16ª Enmienda a la Constitución estadounidense.

Hubo un tiempo en que los estadounidenses estuvieron en contra de los impuestos. Fue el impuesto sobre el té lo que condujo al famoso Tea Party en el puerto de Boston, un incidente que ayudó a desencadenar la Guerra Revolucionaria.

Tanto en Inglaterra como en Estados Unidos se necesitaron aproximadamente 50 años para vender la idea de un impuesto regular sobre la renta. Lo que estas históricas fechas no revelan es que ambos impuestos inicialmente se aplicaban sólo a los ricos. Odio estar repitiendo, pero permítanme repetir que la idea de los impuestos se hizo popular y aceptada por la mayoría al decirles a los pobres y a la clase media que los impuestos se creaban sólo para castigar a los ricos. Así fue como las masas votaron a favor de la ley y ésta se convirtió en constitucionalmente legal.

Aunque estuvo destinada para castigar a los ricos, en realidad terminó castigando a las mismas personas que votaron a favor de ella, los pobres y la clase media. Entonces, la aprobación de los impuestos sólo fue posible porque las masas creyeron en la teoría económica de Robin Hood, quitarles a los ricos y darles a todos los demás, como han dicho repetidamente Hillary Clinton y Joe Biden.

El problema fue que el apetito del gobierno por el dinero fue tan grande que rápidamente hubo que imponer impuestos a la clase media y de allí siguió goteando hasta los pobres que votaron a favor de la ley.

Cuando les quitaron los impuestos a los ricos, el efectivo comenzó a fluir hacia las arcas del gobierno. Al principio la gente estaba contenta. Se entregó dinero a los trabajadores del gobierno y a los ricos. Fue a los trabajadores del gobierno en forma de empleos y pensiones y a los ricos a través de sus fábricas que recibieron contratos gubernamentales.

 

 

A medida que el gobierno necesitaba más dinero y el ciclo de creciente gasto público continuaba, aumentó la demanda de dinero y los impuestos. La idea del impuesto para los ricos se ajustó para incluir a los niveles de ingresos más bajos, hasta a las mismas personas que lo votaron, los pobres y la clase media.

Pero, ¿se castigó a los ricos? ¿Pagaron más en impuestos? No, no lo hicieron. Todos formaron “corporaciones” para protegerse.

“Lo que muchas personas que nunca han formado una corporación no saben es que una corporación no es realmente una cosa. Una corporación es simplemente un folder de archivos con algunos documentos legales que se encuentra en la oficina de un abogado y está registrada en una agencia del gobierno estatal. No es un gran edificio, ni una fábrica, ni un grupo de personas. Una corporación es simplemente un documento legal que crea un cuerpo legal sin alma”, dice Kiyosaki.

Al utilizarlo, se volvió a proteger la riqueza de los ricos. Una corporación es popular porque la tasa del impuesto sobre la renta de una corporación es menor que las tasas del impuesto sobre la renta individual. Además, una corporación podría pagar ciertos gastos con dólares antes de impuestos. Esta guerra entre los que tienen y los que no tienen se ha prolongado por cientos de años.

Trump, como hombre de negocios lo entiende y por eso paga impuestos a través de su corporación, la Organización Trump. Clinton y Biden nunca estuvieron dispuestos a cambiar la ley tributaria. Y Trump, como todos los demás hombres y mujeres de negocios, paga menos impuestos utilizando sus corporaciones. No están haciendo nada malo.


Sé que algunas personas están molestas porque las corporaciones pagan menos impuestos que ellos. Pero son los políticos los que hacen las leyes y dejan vacíos legales. Legisladores de carrera como Hillary y como Biden. Tratar de culpar a Trump y ponerlo como el malo del cuento que no paga suficientes impuestos es deshonesto.


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Por Ileana

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