Elisabeth Fritzl desapareció en 1984 a los 18 años sin dejar rastro. Parecía que no sabrían más nunca de ella.
Así fue hasta que décadas después, un increíble descubrimiento finalmente dio respuestas a un secreto que había estado a la vista todo el tiempo. Elisabeth había estado encerrada por 24 años en un sótano y vivió para contarlo.