Dobbs contra la Organización de Salud de las Mujeres en Jackson

El 24 de junio, la Corte Suprema de los Estados Unidos de América, al revocar la decisión Roe v. Wade de 1973, curó una vulnus [herida] constitucional y al mismo tiempo restauró la soberanía de los estados individuales después de casi cincuenta años. La decisión de la Corte Suprema no sentenció el “derecho al aborto” –como afirma la narrativa dominante– sino que anuló su “obligatoria legalización en todos los Estados”,

devolviendo el poder de decidir sobre la “profunda cuestión moral del aborto” al “pueblo y a sus representantes electos”, a quienes Roe v. Wade había eliminado, en contra de los dictados de la Constitución de los Estados Unidos.

Así ha fracasado el intento de intimidar a los Magistrados de la Corte Suprema, que comenzó con la maliciosa filtración del borrador de la decisión por parte de miembros del lobby pro-aborto, al igual que la retórica de muerte de la izquierda demócrata, alimentada por movimientos extremistas y grupos financiados por la Open Society de George Soros, también ha fracasado. Y es significativo ver cuán violenta e intolerante ha sido la reacción de los autodenominados liberales, desde Barack y Michelle Obama hasta Hillary Clinton, desde Nancy Pelosi hasta Chuck Schumer, desde el Fiscal General Merrick Garland hasta Joe Biden, sin mencionar la declaraciones de políticos y jefes de estado de todo el mundo occidental.

En realidad, lo siguiente debería ser suficiente para que la gente comprendiera la importancia de esta decisión: ataques realizados por grupos “pro-elección”, ataques contra organizaciones pro-vida, profanación de iglesias, escenas de histeria por parte de simpatizantes del derecho a matar la vida inocente del niño por nacer, uniendo emblemáticamente a los miembros del partido Demócrata financiado por Planned Parenthood, que a su vez es financiado por el gobierno; la Izquierda Woke; los seguidores del globalismo de Klaus Schwab; miembros de la masonería internacional; ideólogos del cambio verde y la reducción demográfica; propagandistas de la teoría de género, la ideología LGBTQ+ y las banderas del arcoíris; adherentes a la iglesia de Satanás, que consideran el aborto como uno de sus “ritos” de adoración; los que extraen y venden fetos humanos de las clínicas de la muerte; los que venden “vacunas” producidas con fetos humanos; y los que apoyan la farsa de la pandemia y su grotesco tren de “expertos”, todos los que coinciden en que su hegemonía cultural ahora está amenazada, hegemonía que desde 1973 ha provocado la muerte de 63 millones de niños en los Estados Unidos, quienes han sido ofrecidos en sacrificio humano al Moloch de la corrección política.

El mundo globalista, que ha hecho de la sistemática violación del cuerpo humano su propia bandera ideológica al imponer un tratamiento génico experimental a la población contra toda evidencia científica, ahora se rasga las vestiduras reclamando el derecho de las mujeres a la autonomía corporal y al derecho de matar la vida que la madre lleva en su vientre. Este mundo globalista, en el que un grupo de élite de criminales subversivos ha tomado el poder y ascendido a las alturas del poder en naciones e instituciones internacionales, ahora ha perdido el control de los Estados Unidos de América, gracias a una histórica decisión dictada por sabios jueces, incluidos los más recientemente designados por el presidente Donald Trump, cuyo compromiso con la defensa de la santidad de la vida humana ha logrado hoy una gran victoria para Estados Unidos y para quienes la ven como un modelo a imitar. Muchos estados norteamericanos ya han declarado ilegal el aborto, y gracias a la decisión de la Corte Suprema finalmente podrán reconocer y proteger los derechos del niño por nacer.

La Oficina de Prensa del Vaticano, así como la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, están reaccionando a este histórico día con una sospechosa moderación, como si fuera un deber vergonzoso para ellos. Bergoglio guarda silencio, pero fue muy expresivo a la hora de atacar a Donald Trump o de apoyar a Hillary Clinton, a Joe Biden y a los candidatos demócratas. Su silencio ante la victoria del Bien sobre la ideología de la muerte del un mundo sin Dios aún resuena en la propaganda de la iglesia bergogliana en apoyo de las así llamadas vacunas y la Agenda 2030 de la ONU, que es uno de los principales defensores de la “salud reproductiva” que se ha impuesto a las naciones precisamente desde 1973 con Roe v. Wade. Tampoco debemos olvidar cómo la Pontificia Academia para la Vida, fundada por Juan Pablo II, ha sido desfigurada en los últimos diez años al incluir miembros que estaban notoriamente a favor del aborto y de la anticoncepción.

El odio al presidente Trump y la red de conexiones e intereses de la iglesia profunda [deep church] con el estado profundo [deep state] han sacado a la luz, entre otras cosas, la gran contradicción de la iglesia bergogliana, que está comprometida con hacer negocios con las altas finanzas globales y las compañías farmacéuticas, aún cuando siguen surgiendo escándalos económicos y sexuales que involucran tanto a políticos como a prelados.

En el día en que la Iglesia celebra la Fiesta del Más Sagrado Corazón de Jesús, y también el Nacimiento de San Juan Bautista, que “saltó en el vientre” de su madre Isabel (Lc 1,41), el Señor ha querido concederle a los Estados Unidos de América la posibilidad de redimirse, haciendo que sus leyes, hechas por los humanos, sean coherentes con la ley natural impresa por el Creador en el corazón de cada persona. Y esta es la base esencial que se necesita para que una Nación sea bendecida por el Cielo. Una nación bajo Dios.

Espero que el pueblo estadounidense sepa atesorar esta histórica oportunidad y comprenda que no puede haber justicia en ningún lugar donde se reconozca el derecho al aborto, no puede haber paz ni prosperidad en una sociedad que masacra a sus propios hijos, y no puede haber libertad donde el libertinaje, el vicio y el orgullo subvierten los Mandamientos de Dios.

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo

Ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de América
24JUN2022
El Más Sagrado Corazón de Jesús

Por Ileana

Un comentario en «30JUN2022 – DECLARACIÓN DE VIGANÒ sobre la decisión de la Corte Suprema de anular Roe»

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