La sorprendente transformación de Melania Trump

Por favor noten que debido a que este articulo fue escrito en el 2016, no todos los datos están actualizados. Pero es un interesante punto de dónde partir en cuanto a Melania Trump.

Conocerán muchos datos interesantes de ella y de su relación con su hijo y Donald Trump.

Melania Trump es la escultural, bronceada e impresionante “mejor mitad” del 45º presidente de los Estados Unidos. Sin culpa, arreglada a la perfección y a menudo subestimada como tímida y modesta, es una potencia constante: madre, ejecutiva, filántropa e inquebrantable compañera en jefe. Con todos los ojos del mundo sobre ella, ha sido empujada al centro de atención política. Obligada a responder por su esposo y por ella misma, mientras demuestra a un país entero de puntos de vista muy diferentes que es digna de nuestra admiración y capaz de forjar un camino de aspiración para las mujeres que permita tanto los valores tradicionales como el progreso iluminado. No es una tarea pequeña para ninguna mujer. Incluso para alguien que parece tenerlo todo.

Un blanco fácil, los medios han devorado su historia personal, como lobos de caza. Pero a pesar de que su contextura pueda ser delgada, ha demostrado ser inquebrantable. Es una participante dispuesta, lista para enfrentar los desafíos que se avecinan, mientras mantiene una feroz confianza en sí misma. Es fuerte. Es agraciada. Y con una belleza que se origina en su corazón, es una fuerza a tener en cuenta. Y el viernes 20 de enero del 2017, puso sus pies, usando Louboutin, en la Casa Blanca como Primera Dama de los Estados Unidos de América.

Melania Trump es Knauss de nacimiento y es de Yugoslavia

Melania Trump nació siendo Melania Knauss, el 26 de abril de 1970 en la ciudad industrial de Novo Mesto, en la ex Yugoslavia. A años luz de distancia del opulento penthouse de Nueva York y de la Casa Blanca que eventualmente llamó hogar, pasó sus primeros años merodeando en una austera calle de apartamentos de la era comunista, mirando pilas chimeneas de fábrica, según AP (via People).

The New York Times informa que su padre, Viktor, trabajaba como vendedor, y su madre, Amalija, era diseñadora de ropa para niños. “Creo que puedo decir que [Novo Mesto] era demasiado pequeño para ella”, compartió su amiga de la infancia Mirjana Jelancic con AP (via People). “Incluso cuando era niña, soñaba con mudarse“, incluso diciendo que su materia favorita en la escuela era geografía. Jelancic, directora de la escuela primaria donde ambas asistieron, describió a Melania a ABC News: “Era muy buena estudiante. Era un ángel”.

Melania Trump desarrolló una pasión por la moda a una edad temprana

Melania Trump se contentó con lo que surgiría como pasiones para toda la vida, incluso cuando era una niña. En una entrevista con la revista Parenting, relató su primera inspiración: “Siempre me gustó la belleza y la moda. Mi madre estaba en el negocio de la moda. Tenía 5 años cuando hice mi primera pasarela”, recordó. “A mi madre le encantaba la moda, nos encantaba viajar e ir a Italia y a París. Siempre fui muy alta y delgada. A veces me molestaban, pero nunca me avergonzaba. Siempre me gusté. Sabía lo que quería hacer. Descubrí mi pasión a una muy temprana edad. Me ayudó con mi seguridad“.

La supermodelo en ciernes tuvo una educación afortunada en comparación con muchos de sus amigos, gracias a sus trabajadores padres, participando en gimnasia después de la escuela y viajando a Italia y a Austria para esquiar durante el invierno, como se informó en Harper’s Bazaar. Fue muy competente como artista, tal vez lo aprendió de su madre, según GQ. “Melania nunca usó nada de la tienda”, dijo una amiga a la revista. Esbozaba ideas originales, y de la costura se encargarían su madre y hermana.

Melania Trump fue descubierta a los 16 años

En un cuento de hadas de modelaje tan antiguo como el tiempo, Melania Trump emergió de humildes orígenes, solo para ser descubierta por el fotógrafo Stane Jerko a la edad de 16 años en 1987, según GQ. Trump estaba yendo a la Escuela Secundaria de Diseño y Fotografía en Ljubljana, la capital de la ahora Eslovenia, y vivía en un departamento comprado por su padre, informó The New York Times. Y mientras Jerko la veía esperando a una amiga después de un desfile de modas, la aspirante a modelo no fue fácil de vender. “La escuela era lo más importante para ella”, le dijo a GQ.

Pero fiel a su pasión, pronto cambió de opinión. Según GQ, Jerko le enseñó a Trump a posar y la fotografió solo unas semanas después de su primer encuentro. Sin zapatos. “No tenía zapatos para ella porque tenía pies muy grandes. Las otras modelos tenían pies más pequeños”, recordó Jerko, en la entrevista con GQ. Pero, aseguró, “cuando vives con pies grandes, vives en grande”.

Recién firmada en una agencia de modelos en Milán, la carrera de Trump, de entonces 18 años, la obligó a abandonar la escuela de arquitectura, informó The New York Times. También aparece en el mismo artículo, un famoso segundo lugar en el concurso de la Cara Eslovena del Año de la Revista Jana en 1992. Según GQ, encontraría el éxito en París y Milán, pero la deslumbrante belleza tenía sus ojos de acero y sus sueños, puestos en la hermana del rock and roll de todas las mecas de la moda, la ciudad de Nueva York.

Melania Trump llegó a Nueva York, pero las cosas no eran lo que esperaba

Fue en 1996 que Melania Trump finalmente llegó a La Gran Manzana, gracias a su agente Paolo Zampolli, pero según un perfil de GQ, los grandes planes de la modelo de entonces 26 años se estaban desvaneciendo, casi tan rápido como su contrato de modelaje estadounidense y con él, su visa. “Más de 20 años [es] una edad frustrante para las modelos. No es una industria amigable”, mencionó el ex compañero de cuarto de Trump, Matthew Atanian, en el mismo artículo de GQ.

“No trabajaba todos los días, iba a los castings todos los días y no tenía éxito… Dijo que las cosas eran muy diferentes en Europa, que había tenido más éxito”. Continuó explicando: “Expresó frustración por el tema del trabajo”.

Melania Trump hizo lo que tenía que hacer para conseguir trabajos de modelaje

Pero la ingeniosa Melania Trump no tiró la toalla. Como se informó en GQ, “Aceptó anuncios para alcohol y tabaco, para los cuales sus competidoras menores de edad no podían ser contratadas. Una vez, consiguió un anuncio de Camel, una valla publicitaria en Times Square”. Descrita a sí misma como una persona hogareña, prefirió quedarse en casa y mantener su físico caminando con pesas en los tobillos y comiendo siete piezas de fruta al día, pero el ex compañero de habitación de Trump, Matthew Atanian, le dijo a la revista que podría haber recurrido a medios adicionales. “Se fue de vacaciones por dos semanas, luego regresó y estaba más… exuberante”, dijo. “Me lo admitió. Solo dijo que tenía que conseguir más trabajos de lencería”.

De particular interés es su ahora infame nota en British GQ, desnuda, en el 2000. En una entrevista del 2015 con Barbara Walters, Melania reconoció con gracia su antigua carrera, “Creo que la gente siempre va a juzgar. Es parte del trabajo que estaba haciendo; “Fui [una] modelo muy exitosa. Nada más de lo que ves cada año en Sports Illustrated“.

Melania Trump se negó a darle su número a Donald Trump cuando recién se conocieron

“No me fascinaban las estrellas”, le confesó Melania Trump a GQ sobre la primera vez que conoció a su futuro esposo. Recordó en la revista que Zampolli la había invitado a una fiesta en Nueva York en el Club Kit Kat. Era la Semana de la Moda de Nueva York en 1998, y la modelo de 28 años estaba a punto de conocer a otro invitado de Zampolli, Donald Trump.

Pero no fue amor a primera vista. “No sabía mucho sobre [él]”, le dijo a GQ. Y no estaba dispuesta a darle su número a un multimillonario de 52 años que, aunque ya estaba separado de su segunda esposa, la actriz Marla Maples, había llegado con una cita. En cambio, ella sí obtuvo su número. Le dijo a GQ: “Si le daba mi número, sería solo soy una de las mujeres a las que llama. Quería ver cuál era su intención. Te dice mucho del hombre qué tipo de número te da. Me dio todos sus números”.

Su amigo Atanian le reveló a GQ: “Tenía algunos problemas de confianza con él al principio. Debido a esto, mantuvo su departamento para tener su propio espacio”. Pero se haría la paz, ya que los dos comenzaron un romance nuevamente poco después. Un amigo de la ciudad especuló en el mismo artículo: “Se trata de todo ese poder y protección. Creo que necesitaba un hombre fuerte, una figura paterna”.

¿Adivina cuánto gastó Donald Trump en el anillo de compromiso de Melania Trump y en su boda?

Como fanático de un buen trato, el señor Trump le compró a su esposa el anillo de diamantes Laurence Graff de 12 quilates y corte esmeralda a $1.5 millones, 50 por ciento de descuento, según The Hollywood Reporter. Más tarde reemplazaría su diminuta piedra, con una de 25 quilates en su décimo aniversario, informó Harper’s Bazaar.

The Hollywood Reporter registró la cola del vestido de la novia en 13 pies y el velo en 16 pies, diciendo que la novia “apenas podía caminar” en los casi 300 pies de satén fruncido: era tan espectacular que llegó la portada de Vogue. El mismo artículo informó que su hermana Inés estuvo a su lado como dama de honor en un Vera Wang. El diseñador de eventos de Nueva York, Preston Bailey, dijo a The Hollywood Reporter que creó el evento “muy clásico, muy cremoso y de color blanco” de la novia, y recordó: “Ella dijo: ‘Quiero algo que sea muy elegante pero no exagerado'”. Y luego, los recién casados tuvieron una recepción inclinando la balanza en $35 millones. No es un número pequeño para una mujer que creció usando ropa hecha a mano.

Melania Trump nunca contrató a una niñera para su hijo, Barron

Melania Trump se convirtió en madre de Barron en marzo del 2006, a la edad de 35 años, el mismo año en que se convirtió en ciudadana estadounidense. Si bien tiene un chef y una asistente, asumió un rol maternal tradicional para su hijo sin la ayuda de niñeras, y le dijo a Parenting: “Conocemos nuestros roles. No quería que [Donald] le cambiara los pañales o acostara a Barron”.

Para Trump su prioridad es la maternidad. Compartió su secreto con Parenting: “Es muy importante tener buenas habilidades para escuchar… No presiono mis pensamientos o gustos o disgustos. Quiero que crezca para que sea él mismo. Creo que [es] importante darle espacio a un niño para que cometa errores para aprender”.

Desde el comienzo de la campaña presidencial a menudo volátil de su esposo, Trump ha seguido siendo una reconfortante defensa para su hijo. “Estamos lidiando con [comentarios de odio], y le estoy enseñando a [Barron] la forma correcta y le estoy dando la moral… y enseñándole valores en casa”, le dijo a US Weekly. Continuó: “Por supuesto, los dos extrañamos a [Donald] porque viaja mucho, pero [Barron] entiende y lo está haciendo muy bien”.

Esta es la filosofía de Melania Trump para mantenerse feliz en su matrimonio

Melania Trump le dijo a Parenting con confianza: “Mi vida es muy normal, para mí. Quizás algunas personas no pensarían eso. Pero para mí lo es. Conozco a mi esposo. Tenemos una gran relación. Ambos somos muy independientes. Sabemos cuáles son nuestros roles y estamos contentos con ellos”.

Continuó: “No creo que necesites estar con tu esposo cada minuto de cada día. Ambas personas deben hacer lo que les apasiona y luego reunirse por las mañanas y las noches y compartir y experimentar la vida y pasar un buen momento. ¿Conoces ese dicho, ‘Trabaja duro y juega más duro?’ Es lo que hacemos.”

Antes de asumir el papel de Primera Dama, Trump siempre tenía cosas que hacer que eran solo para ella. Se mantuvo activa en la creación de una línea de cuidado de la piel, colecciones de joyas y algunas apariciones como anfitriona invitada en The View, según Harper’s Bazaar.

Melania Trump elige la privacidad y la maternidad sobre la política

Melania Trump, la eventual Primera Dama, mantuvo un perfil bajo durante la campaña presidencial de su esposo, solo a veces aparecía en las redes sociales y daba entrevistas cuidadosamente sosegadas en su penthouse. En una de esas entrevistas con 20/20 en el 2015, Trump justificó su ausencia en la campaña, diciendo: “Es mi elección el no estar allí. Apoyo a mi esposo al 100 por ciento, pero tenemos un hijo de 9 años, Barron, y lo estoy criando, y está en la edad en que necesita a su madre en casa “.

Incluso después de que se eligiera a 45, Melania Trump continuó de perfil bajo. Para mantener a Barron inscrito en su escuela durante el resto del año escolar 2017, la primera dama y su hijo esperaron para mudarse a la Casa Blanca hasta junio del 2017. E, incluso en el 2019, continuó protegiendo a Barron, como a ella misma, de ser el centro de atención.

“Por lo general, el presidente y la primera dama son las superestrellas de la familia”, dijo Katherine Jellison, profesora de historia de la Universidad de Ohio que estudia a las primeras damas, a Associated Press (via AOL). Sin embargo, Melania Trump es, como señaló la experta, una de las primeras damas más hurañas de la historia de los Estados Unidos.

Melania Trump admite que no siempre está de acuerdo con su esposo

Melania Trump está fielmente al lado de su esposo, incluso si no literalmente. Cuando se le preguntó en la misma entrevista con Walters si pensaba que su matrimonio era de iguales, respondió: “Diría que sí”. Fue Trump quien no estuvo de acuerdo y dijo: “Yo diría que no. Creo que [ella] es mucho mejor que el 50 por ciento”.

Melania explicó además a Harper’s Bazaar que su ausencia del ojo público era estratégica. “Estoy eligiendo no ser política en público porque ese es el trabajo de mi esposo. Soy muy política en la vida privada, y entre mi esposo y yo sé todo lo que está sucediendo. Pero decidí no estar en la campaña. Tengo mi propia mente. Soy mi propia persona y creo que a mi esposo le gusta eso de mí “.

¿Y siempre están de acuerdo? “Le doy mis opiniones, y algunas veces las toma, y otras no. ¿Estoy de acuerdo con él todo el tiempo? No.” Durante la campaña, había sido acusada por los insultos de su marido hacia las mujeres. En una declaración (via Fortune), ella dijo: “Las palabras que mi esposo usó son inaceptables y ofensivas para mí. Eso no representa al hombre que conozco… Espero que la gente acepte sus disculpas, como yo lo hice”.

Melania Trump es la segunda primera dama de EEUU nacida en el extranjero

Melania Trump asumió el papel de Primera Dama de los Estados Unidos en enero del 2017 a la edad de 46 años. Es la segunda Primera Dama de Estados Unidos nacida en el extranjero (la primera, Louisa, fue esposa de John Quincy Adams y nació en Londres), según Harper’s Bazaar. Y ha tenido un gran trabajo desde el comienzo de la campaña de su esposo: responder a las críticas.

Como era de esperar, se ha entusiasmado con la posición de inmigración de su esposo, ya que es, después de todo, una inmigrante. Mientras estuvo bajo fuego por supuestamente trabajar ilegalmente en los EEUU con una visa de visitante, según Los Angeles Times, hizo un breve trabajo al defenderse en una entrevista con Harper’s Bazaar, donde afirmó: “Seguí las reglas”.

Si bien puede preferir que su esposo haga el trabajo pesado con respecto a la política, los críticos y defensores siguen estando igualmente curiosos sobre el valor real que la próxima Primera Dama de Estados Unidos traerá a la Casa Blanca. Puede que tenga fluidez en varios idiomas y ya esté involucrada en “muchas organizaciones benéficas que involucran a niños, que involucran muchas enfermedades diferentes”, según GQ, pero tiene un trabajo hecho para ella, con el fin de ser una verdadera embajadora de causas como esas.

¿Melania Trump es la próxima Jackie O?

No podemos evitar obsesionarnos con el vestuario de las primeras damas, pasadas y presentes. Y nadie viste como Melania Trump. Antes de la elección de su esposo, Trump ya era sujeto a escrutinio con respecto a su guardarropa. “[Trump] llevaba un ajustado vestido negro sin mangas, un abrigo a juego y tacones de Christian Louboutin”, escribió The New York Times después de que Trump se reuniera con la primera dama Michelle Obama en noviembre del 2016. El periódico agregó: “Diría que se veía refinada y profesional, y como si no estuviera tratando de llamar la atención sobre sí misma, aunque eso es inevitable”. Se podría decir que su look emitió una vibra a lo Jackie O.

La propia Trump ha admitido admirar a la ex primera dama Jackie Kennedy en una entrevista con Harper’s Bazaar. “Tenía un estilo muy hermoso, elegante, simple pero femenino”, afirmó Trump. Katherine Jellison, profesora de historia en la Universidad de Ohio, hizo la conexión entre las dos primeras damas cuando habló con NPR en el 2016. “Podría ser un tipo de Jackie Kennedy”, reflexionó, “una mujer bien vestida que será vista como popular en las revistas de mujeres, pero en gran medida se mantiene en silencio y al margen en términos de su imagen pública”.

Melania Trump es ejemplo de moda

Aunque las primeras elecciones de vestuario de Melania Trump pueden haber sido una reminiscencia de Jackie Kennedy, eso cambió rápidamente. En el 2018, cuando Trump abordó un avión con destino a la frontera entre Estados Unidos y México, fue fotografiada usando una casaca verde de Zara con la pregunta “Realmente no me importa, ¿y a ti?” estampado en la espalda. Como informó CBS News, muchas personas pensaron que este era, en el mejor de los casos, un atuendo inoportuno. Después de todo, Trump estaba a punto de reunirse con niños migrantes que habían sido separados de sus padres.

En una declaración a CBS News, la portavoz de Trump, Stephanie Grisham, dijo que no era más que “una casaca“. Agregó: “No había ningún mensaje oculto”. Sin embargo, el presidente recurrió a Twitter y contradijo la declaración de Grisham, alegando que las palabras en la casaca de su esposa se referían a “los medios de comunicación falsos”. Continuó escribiendo: “Melania ha aprendido lo deshonestos que son, ¡y realmente ya no le importa!”

Meses después, la primera dama habló sobre la casaca en una entrevista con ABC News. “Fue por la gente y los medios de izquierda que me critican”, dijo, “y quiero mostrarles que no me importa”.

Melania Trump está comprometida a construir “un mundo mejor”

En mayo del 2019, la primera dama celebró el primer aniversario de su iniciativa Be Best (sé mejor). La misión del programa, de acuerdo con WhiteHouse.gov, es “enfocarse en algunos de los principales problemas que enfrentan los niños de hoy, con el objetivo de alentar a los niños a ser mejores en sus caminos individuales, al tiempo que les enseña la importancia de la salud social, emocional y física”. Desde su inicio, el programa se ha concentrado principalmente en el “bienestar, la seguridad en línea y el abuso de opioides”.

En el 2018, Melania Trump se embarcó en su primer viaje en solitario para promover su iniciativa. Como parte de su viaje, se reunió con niños y sus familias en Ghana, Malawi, Kenia y Egipto. Trump también ha trabajado para crear conciencia sobre la epidemia de opioides y también ha visitado hospitales infantiles y la sede central de Microsoft en un esfuerzo por aprender sobre la seguridad en línea para los niños.

Por supuesto, la campaña Be Best de Trump fue, y no es, inmune a las críticas. Trump habló sobre tales críticas en una conferencia en Washington, D.C. (via Newsweek) en noviembre del 2018, diciendo: “Sigo comprometida a abordar este tema porque proporcionará un mundo mejor para nuestros niños”.

Lo que dice la letra de Melania Trump sobre su personalidad

Olvídate de las lecturas de la mano. Según Emma Bache, la principal grafóloga del Reino Unido, también conocida como experta en escritura a mano, se puede decir mucho sobre una persona por algo tan simple como su firma. Después de revisar una nota escrita a mano de los Trump, Bache le reveló a Express que la escritura del presidente muestra que es un estratega maestro. Continuó diciendo: “[Analiza] y manipula y mantiene sus emociones en privado”. Pero eso no es todo. “Su firma es en todos los ángulos: quiere que otros no tengan dudas de que él está a cargo: el macho alfa”, afirmó. “Es narcisista pero no físicamente vanidoso. Terco, no impetuoso”.

Bache también notó que la primera dama incluso ha comenzado a adoptar algunos de los mismos movimientos característicos de la firma de su esposo: “Tampoco es inocente”. Al igual que la de su esposo, la letra de Melania Trump también sugiere que es “terca y decidida”. Por último, Bache reveló: “Su nombre de casada muestra mucha tensión y ángulos estrechos”.

Melania Trump ama los tacos altos

Desde que se convirtió en la 45ª primera dama, Melania Trump puede haber politizado su guardarropa y ser un poco más abierta, pero una cosa nunca ha cambiado: sus zapatos. Desde su reunión con la ex primera dama Michelle Obama en el 2016 hasta la partida de la Casa Blanca para visitar a las familias afectadas por el huracán Harvey en el 2017 y más allá, Trump ha sido vista con tacos altos. De hecho, el ex editor de Vogue y amigo de la señora Trump, Andre Leon Talley, le dijo a Newsweek en el 2017 que la primera dama nunca, con la excepción de la búsqueda de huevos de Pascua en la Casa Blanca, había sido fotografiada sin usar o sus tacos Christian Louboutin o sus Manolo Blahnik.

En el 2018, Melania Trump usó tacos altos para una ceremonia de plantación de árboles en la Casa Blanca. Así es, planta en Louboutins. Trump incluso usa sus tacos para hacer presentaciones simbólicas. En junio del 2019, Footwear News informó que Trump parecía homenajear sutilmente a Francia cambiando sus zapatos para el 75 aniversario del Día D en el cementerio estadounidense de Normandía en el país de Europa occidental. En lugar de usar sus clásicos Manolo Blahniks o Louboutins, optó por los tacones de la marca francesa Roger Vivier.

¿Melania Trump está canalizando a su Michelle Obama interior?

Melania Trump ha recibido muchas críticas sobre su atuendo, pero, en junio del 2019, también estaba comenzando a recibir algunos elogios. Durante su visita con su esposo al otro lado del charco, Trump usó atuendos que hicieron un gesto no tan sutil a miembros famosos de la realeza como la princesa Diana y la duquesa de Sussex. Este enfoque de su atuendo a la diplomacia fue clave, según Kate Betts, autora de Everyday Icon: Michelle Obama and the Power of Style (Icono de cada día: Michelle Obama y el poder del estilo). “La mejor opción de vestimenta, en términos de diplomacia, sería usar el trabajo de un diseñador inglés o de un joven diseñador estadounidense”, le dijo el experto a CNN. “La primera familia debería representar a nuestro país con dignidad y orgullo, pero también sería un gesto amable si reconocieran de alguna manera a la industria británica de la moda”. Y, en su mayor parte, eso es lo que hizo Trump.

InStyle señaló que Trump también adoptó “un enfoque más de Michelle Obama” a la moda durante este viaje al extranjero. Hmm. ¿El vestuario de Melania Trump seguirá evolucionando para ser más Obamaesque? Tendremos que esperar y ver.

Fuente:
https://www.thelist.com/32238/stunning-transformation-melania-trump/