John Dee, un erudito renacentista cuyos intereses iban desde la astronomía hasta la astrología, la alquimia y las matemáticas, asesoró a la reina desde el comienzo de su reinado en 1558 hasta la década de 1570. Como astrólogo de la corte y asesor científico, abogó por la exploración en ultramar y por el establecimiento de colonias.
Más tarde se involucró en la adivinación y en el ocultismo, buscando hablar con los ángeles mediante el uso de videntes que adivinaban el futuro y que usaban artefactos como espejos y cristales.
Hoy en día, el Museo Británico es propietario del espejo, que se exhibe en Londres junto con dos espejos circulares similares de obsidiana y una losa rectangular, también de obsidiana, que puede ser un altar portátil.
Un nuevo análisis del espejo de Dee finalmente ha rastreado sus orígenes, no al mundo de los espíritus, sino al Imperio Azteca.
Los códices aztecas creados en la época de la conquista española representan espejos, aparentemente enmarcados.
Los espejos de obsidiana, como el de Dee, eran conocidos en la cultura azteca, pero no había registros sobre sus orígenes. Sin embargo, el análisis geoquímico permitió a los investigadores vincular la obsidiana del espejo (un tipo de vidrio volcánico) con Pachuca, México, una fuente popular de obsidiana para los aztecas. Ese hallazgo indicó que el artefacto era azteca y no una copia hecha de obsidiana europea y que Dee probablemente adquirió el espejo después de ser llevado a Europa desde México, según un nuevo estudio.
Los aztecas utilizaban la obsidiana con fines medicinales y consideraban su superficie reflectante como un escudo contra los malos espíritus. El vidrio volcánico también se asociaba con la muerte, con el inframundo y con la captura de la imagen y del alma de una persona. Como otros mesoamericanos, los aztecas veían los espejos como puertas a otros mundos.
Cabe destacar que se han encontrado espejos antiguos desde Perú hasta el sur de Estados Unidos. Los registros arqueológicos muestran que la mayoría de los grupos mesoamericanos antiguos fabricaban y utilizaban espejos.
Los arqueólogos han explorado en profundidad la religión, la mitología y la vida cotidiana de los antiguos mayas, como las interacciones entre el mundo “terrenal” y los mundos “espirituales”, cómo se cruzan y se comunican, y qué importancia tiene esa puerta en la funcionalidad de la cosmovisión.
Hay dos palabras mayas que se hablan al día de hoy, que significan espejo. Lem se usa en dialectos orientales, donde se encuentra hoy Belice, mientras que nen se usa en las regiones occidental y central, desde Guatemala hasta Honduras como las conocemos ahora. Nen está más comúnmente vinculado a jeroglíficos de espejo. Sin embargo, lem puede estar más cerca de lo que usaban los antiguos mayas.
Los muchos significados asociados con nen y lem pueden vincularse cuando se los analiza con un simbolismo espiritual. Nen y lem se pueden utilizar en relación con la cognición. En este contexto, quieren decir imaginar, meditar, pensar y saber/conocer.
Estas definiciones también pueden ser títulos de personas con poderes sobrenaturales, como adivinos o videntes.
Ahora van a ver algunas fotos que supuestamente muestran a personas frente a espejos. Aunque según yo lo veo podría ser cualquier cosa, incluso una computadora, pero qué sé yo de estas cosas, no?.
Muchos de estos realmente se muestran como de una piedra negra, algunas veces frente a una persona, otras veces en ángulos diferentes. Pero como todo lo que ya hemos visto al día de hoy, no pasan de ser teorías.
¿Algún día sabremos el significado real de estas imágenes, de estos supuestos espejos y de tantos otros dibujos dejados por nuestros antepasados?
Fuentes:
https://tartariabritannica.com/blog/the-spirit-mirror/
https://tartariabritannica.com/blog/mirrors-as-portals-to-other-worlds/